domingo, 10 de mayo de 2020

El abrazo de la serpiente y la crisis del Covid-19 en las tribus indígenas de la Amazonia


 
Hace unos días fallecía por coronavirus en Leticia, capital del departamento de Amazonas, el actor indígena y activista Antonio Bolívar, famoso por su papel en la película colombiana “el abrazo de la serpiente”.
“El abrazo de la serpiente”, es una película dirigida por Ciro Guerra, en el 2015 fue nominada a los premios Oscar como mejor película de habla no inglesa. Cuenta la historia de Karamakate que fue en su día un poderoso chamán del Amazonas; es el último superviviente de su pueblo y vive en lo más profundo de la selva. Lleva años en total soledad, que lo han convertido en "chullachaqui", una cáscara vacía de hombre, privado de emociones y recuerdos. Pero su solitaria vida da un vuelco el día en que a su remota guarida llega Evan, un etnobotánico norteamericano en busca de la yakruna, una poderosa planta oculta, capaz de enseñar a soñar. Karamakate accede a acompañar a Evan en su búsqueda y juntos emprenden un viaje al corazón de la selva en el que el pasado, presente y futuro se confunden, y en el que el chamán irá recuperando sus recuerdos perdidos. (FILMAFFINITY).
Existe una vulnerabilidad extrema de las tribus indígenas de la Amazonia a las enfermedades de tipo respiratorio, la propia historia ya les ha dejado huella. La conquista de América por parte de Europa, en la que el Estado Español ha sido muy protagonista, a partir de 1492 diezmó a la población indígena en más del 90%, pero no fueron las armas solamente, las enfermedades que acompañaban en todas estas invasiones fueron aniquilando poco a poco pueblos enteros, con ellos también desaparecieron una forma de vida, alterando sensiblemente a la propia naturaleza.
Cuando vuelven los europeos a la Amazonia en el siglo XIX, recolectores de caucho, mineros en busca de oro,…, trajeron con ellos el sarampión, la malaria, la viruela,…, multitud de enfermedades que no se conocían, pero contagiaron a las tribus indígenas que no tenía ningún fármaco conocido en su sabiduría que pudiese curarles.
La cuenca del río Amazonas está ocupada por un gran número de poblaciones indígenas, más 800.000 viven en Brasil. La reserva del Valle de Javari, que alberga unos 25 grupos étnicos diferentes, han opado por vivir totalmente aislados, habitan todos los componentes de la unidad familias en la misma casa, con espacios pequeños, abuelos, abuelas, padres, madres, hijos e hijas, todos juntos.  Ante esa situación, el contagio de alguno de ellos llevaría a enfermar al resto, por lo que el riesgo es ilimitado en estas poblaciones. A todo esto le sumamos la falta de recursos sanitario que pudieses prevenir la acción mortal de esta pandemia mundial.
Hoy día toda la Amazonia está en peligro, la pandemia ya les llegó antes, la tienen ahora y la tendrán. Les llegó con las invasiones Europas del siglo XV para espoliar sus recursos, lo siguen haciendo ahora, eliminado todas las riquezas forestales y minerales, y con ello a todos los pueblos indígenas. Pero al menos los hombres y mujeres de la cuenca del Amazonas pueden seguir su lucha en defensa de su territorio y cultura. Pero qué ocurriría si el coronavirus entra en la selva, sin medios para combatirlo, es posible que esta pandemia tan agresiva se lleve a todo un pueblo antes de la llegada del personal sanitario.
Estas poblaciones indígenas tienen grandes conocimientos sobre remedios medicinales, plantas que les curan de sus dolencias, el bosque es su farmacia, pero el Covid-19 no tiene antídoto en estos lugares. En el 2018 un programa de salud denominado Mais Médicos, trajo a cientos de profesionales cubanos de la medicina a la selva de Brasil realizando una gran labor preventiva.
La llegada del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, culpable de todo la invasión de la cuenca del Amazonas, al menos en la parte que le corresponde, dejando los pulmones del planeta huérfanos de todo, el mismo que obligó al personal sanitario cubano a que se marchasen de  Brasil, precarizando la asistencia sanitaria en las poblaciones indígenas y abandonándolas a su suerte. Si Bolsonaro quiere exterminar a la población indígena, puede que esta epidemia del Covid-19 sea su gran momento.  
La directora de COIAB (Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonia, ha dicho “exigimos la retirada inmediata de todos los intrusos, mineros, madereros, cazadores furtivos, narcotraficantes, acaparadores de tierras, misioneros y turistas que pueden ser focos de transmisión”.
Como europeos les debemos mucho a las poblaciones indígenas, como españoles también, al ser personas del mundo no podemos olvidar que esta pandemia es global, que no tiene fronteras ni muros que la detengan, que si perdemos a las poblaciones que habitan la cuenca del Amazonas, perderemos también aquellos y aquellas que la  están defendiendo por su enorme biodiversidad esencial para el futuro del planeta.
«Este mundo no va a cambiar a menos que estemos dispuestos a cambiar nosotros mismos.» Roberta Menchú, líder indígena guatemalteca, premio Nobel de la Paz.
Foto post de la película “el abrazo de la serpiente”.
Este post está dedicado a todas las minorías étnicas de nuestro planeta ya que tienen unos derechos que les pertenecen.
Samuel N.P.

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