Comunicado institucional de la Fundación Secretariado Gitano
El próximo 8 de abril se celebra el Día Internacional de los Gitanos 2011. Con este motivo, como en años anteriores, la Fundación Secretariado Gitano ha elaborado un cartel conmemorativo que difunde entre numerosas entidades españolas y europeas; también organiza y colabora en muy diversos actos, cada vez más frecuentes en muchos países, y difunde, como también es habitual, un comunicado institucional con el que llamar la atención de las administraciones y la opinión pública en general sobre la situación de la comunidad gitana en Europa que, un año más, presenta luces y sombras en su proceso de inclusión social y acceso a la plena ciudadanía.
Esta celebración, de clara dimensión europea, tiene este año 2011 un significado especial al conmemorarse el 40º aniversario del congreso gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971, en el que se instituyó la bandera y el himno gitano.
Además, el próximo 5 de abril, la Comisión Europea presentará el Marco de la Unión Europea para las Estrategias Nacionales de Inclusión de la Población Gitana. Tras esta presentación, esperamos que el próximo paso sea la valoración por parte del Consejo Europeo de junio, lo que le daría un rango de especial relevancia institucional.
Este importante contexto político para el futuro de la población roma/gitana europea da continuidad a los eventos de alto nivel iniciados en 2008 en Bruselas, con la I Cumbre sobre Población Gitana, y en abril de 2010, con la II Cumbre celebrada en Córdoba. Un contexto que, a su vez, responde a distintas resoluciones del Parlamento Europeo como la aprobada el pasado 9 de marzo sobre la Estrategia de la UE para la integración de la población romaní con la que se insta a definir unos mínimos estándares vinculantes a nivel europeo para la inclusión social de las personas gitanas y se reclama una mejor protección de los derechos fundamentales y un mejor uso de los recursos europeos.
Desde la Fundación Secretariado Gitano, en línea con otras muchas organizaciones de la sociedad civil en Europa, pensamos que este contexto supone una ocasión única de cara a reforzar el compromiso político de las instituciones europeas y los Estados miembros, para que promuevan la inclusión social de los gitanos, ya que continúan siendo uno de los grupos a quienes más afectan las situaciones de pobreza y marginación, así como los más discriminados de toda Europa. Todavía resuenan cercanos los hechos del verano pasado en Francia, donde se realizaron expulsiones indiscriminadas de personas gitanas rumanas y búlgaras (familias, mujeres, mayores, niños…) basadas en su origen étnico.
Por ello, es necesario poner en marcha todos los instrumentos jurídicos, políticos y económicos para acabar con estas políticas discriminatorias y cerrar la brecha entre la minoría gitana y el conjunto de la población europea. En esta labor, deben implicarse todas las administraciones, desde la europea a los Estados, tanto en su dimensión central como regional o local, así como la sociedad civil en su conjunto.
No podemos dejar pasar un momento clave como el actual para la plena incorporación social y el reconocimiento institucional de la población gitana en Europa. Como apunta la última resolución del Parlamento Europeo, debemos actuar decididamente en ámbitos clave como la educación (la principal garantía para la igualdad de oportunidades), el empleo (un elemento esencial para la inclusión social) o la vivienda (erradicando definitivamente la lacra del chabolismo). Se trata de un momento crucial para la comunidad gitana europea, en el que se dan condiciones favorables para que en el plazo de una década sea posible un impacto decisivo de cara a la definitiva y efectiva inclusión social de esta comunidad. Pero nos corresponde a todos aprovechar estas oportunidades para poder sacar partido a todo el potencial que se ha generado con los recientes avances institucionales evitando que –por efecto de la crisis o por otras prioridades– caigan en saco roto.
Madrid, 30 de marzo 2011