Teniendo
en cuenta los “documentos profesionalizadores” editados por el Consejo General
de Colegios de Educadores y Educadoras Sociales, editados en el año 2007,
definen “Educación Social” como un Derecho de la Ciudadanía que se concreta en
el reconocimiento de una profesión de carácter pedagógica, generadora de
contextos educativos y acciones mediadoras y formativas.
Una
revolución social es una transformación de las relaciones e interacciones sociales
cotidianas de un grupo dentro de un espacio territorial, sea un barrio, un
pueblo, una ciudad, etc.
Los
Servicios Sociales serían el conjunto de servicios necesarios para ayudar a las
personas, a los grupos y a las comunidades a resolver sus problemas, superar
sus dificultades y crear o conquistar los recursos adecuados en orden a mejorar
la calidad de vida.
Con
la llegada del Educador y Educadora Social a los Servicios Sociales se origina
un cambio radical en los procesos de intervención hacia las personas, las
familias y los colectivos. Estos profesionales incorporar campos y dominios en
pedagogía social, psicología del desarrollo,
antropología y sociología, orientación familiar, nuevas
tecnologías, administración y gestión,
políticas sociales, comunicación, etc.
Me
quedo con la palabra “revolucionario” hacia el Educador y Educadora Social que forma equipo
dentro de los servicios sociales, no es uno más, es un profesional que por su
formación desarrolla un trabajo basado principalmente en el respeto a los
Derechos Humanos y el principio de Justicia Social, y que tiene como función
básica la creación de una relación educativa que facilite a la personas, a los
grupos y colectivos ser protagonistas de su propia vida.
El
Educador y Educadora Social promueve la participación de la comunidad, para que
sea esa propia comunidad con la que interviene, la que busque y genere los
recursos y capacidades para poder transformar y mejorar la calidad de vida de
las personas.
En
su práctica profesional, el Educador y Educadora Social fomenta el trabajo en
equipo, la coordinación, busca el desarrollo de redes de cooperación y
colaboración entre los demás profesionales. Su trabajo está centrado en la
persona, en el grupo y en los colectivos, tratando de acompañar, buscando la
aproximación directa, sin protagonismo ninguno, y desarrollando una
intervención socioeducativa que ayude a salir de la situación en la que se
encuentra, favoreciendo el desarrollo de sus potencialidades.
En
un momento en que los servicios sociales, tienden a ser meras agencias de
ayudas económicas, la incorporación de Educadores y Educadoras Sociales, rompen
moldes, introducen aire fresco, ponen en marcha grandes dosis de imaginación y
creatividad, todo esto es “revolucionario”.
“Lo bueno de los Educadores y
Educadoras Sociales es que ven la realidad no con un objetivo de dimensiones
amplias, la ven con un gran angular”.
Bibliografía utilizada:
"Documentos profesionalizadores", ASEDES y CCCEES, 207Samuel N.P.
2 comentarios:
menos mal que te tenemos!!!!!
Yo digo lo mismo, menos mal que también tú utilizas el gran angular para ver la realidad. Gracias.
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