Se
define el término de puerta giratoria
el hecho de que un alto cargo público se marche a trabajar a una empresa
privada, obteniendo beneficio de su anterior ocupación pública y eventualmente
produciendo conflictos de interés entre la esfera pública y la privada, generalmente
en beneficio del interés privado y en perjuicio del interés público.
“Acabar
con las puertas giratorias es un objetivo prioritario”, no se puede seguir
permitiendo que la política sea un privilegio de acceso a puestos destacados en
grandes empresas, son palabras de Carlos Jímenez Villarejo, exfiscal
anticorrupción.
“Las
puertas giratorias de las personas desempleadas” no tiene nada que ver con el
término señalado anteriormente, me estoy refiriendo al camino recorrido de
puerta en puerta por todos los hombres y mujeres que en estos momentos tienen
que pasar por un proceso angustioso como es la búsqueda de empleo y
prestaciones para poder cubrir las necesidades básicas para vivir.
Ya
anunciaba en mi facebook hace unos días que escribiría un post sobre este tema como
consecuencia de la pequeña historia de una madre que se ha quedado sin la
prestación social (renta garantizada de ciudadanía), un recurso de la Junta de
Castilla y León, porque a su hijo se le olvidó el ir a fichar.
Las
personas desempleadas no son más que números en unas estadísticas, voraces
cifras que calientan las bocas de los políticos cada final de mes, o en cada
campaña electoral. Números que comienzan con una cita en día y hora, que pasa
por una puerta, a, b, c, .., y que te pone en una mesa, 1, 2, 3,… Y los papeles
nos llenan los bolsillos y “vuelva usted mañana”, pero pida cita, otro día,
otra hora. Y volvemos a la oficina de empleo, mejor llamarla de “desempleo”, ya
que en ella son las personas desempleadas las que dan vida a estos espacios.
Ahora
toca sacar una prestación más, y la anunciamos a bombo y platillo, “ayudas de
426€”, son las rebajas de enero al abrir la puerta. El gobierno lo define como
un gran acuerdo y los sindicatos aplauden. Me gusta este plan de desempleo,
426€ para seguir tirando, pero como todo, hay que ver la letra pequeña y la
ayuda ya no es para tod@s igual. Lo primero que debe cumplirse para acogerse al
programa es que hayan transcurrido al menos seis meses desde el agotamiento de
la renta activa de inserción (RAI), el programa temporal de protección e
inserción (Prodi) o el programa de recualificación profesional de las personas
que agoten su protección de desempleo (Prepara). Aún hay otros requisitos,
estar inscrito como demandante de empleo antes del 1 de diciembre de 2014 y
carecer de cualquier tipo de renta, prestación o subsidio y se debe acreditar que
existen familiares al cargo de la personas que reclama la ayuda y que éstos
carezcan de unos ingresos mensuales superiores a los 486 euros o que la suma de
todos los miembros de la familia no supere esta cuantía. Se me olvidaba,
tampoco podrán acogerse a la ayuda aquellos autónomos que nunca hayan trabajado
por cuenta ajena. Vamos que de los cien que han pasado por la puerta, sólo uno
tendrá derecho a esta ayuda, los demás deberán volver a salir para luego
entrar.
Carmen tiene que volver a tocar a otra puerta, la de los servicios sociales, pero
al menos la escucharán, analizarán su situación, la apoyarán, seguro que no se
sentirá un número más, aunque las cosas no le serán fáciles de superar.
Samuel N.P