lunes, 2 de mayo de 2016

Conclusiones del VII Congreso Estatal de Educación Social, Sevilla 2016



CONCLUSIONES DEL VII CONGRESO ESTATAL DE EDUCACIÓN SOCIAL
SEVILLA, 212223 2016
El pasado sábado 23 de abril tuvo lugar en Sevilla la jornada de clausura del VII
Congreso Estatal de Educación Social, organizado por el Colegio Profesional de
Educadoras y Educadores Sociales de Andalucía junto al Consejo General de
Colegios de Educadoras y Educadores Sociales, donde se realizó la lectura de las
conclusiones y retos de los cuatro ejesdiálogos.

Las conclusiones y retos fueron expuestos en un diálogo final, junto a la

intervención magistral de Marco Marchioni –trabajador e investigador social,

experto en el campo de la intervención comunitaria y la participación, que

sirvió de inspiración a las y los profesionales de la Educación Social allí reunidos

y les insufló de energía positiva animándolos a continuar en su tarea cotidiana e

imprescindible de transformación social y que “Si no hacen política dejen de

lloriquear”, remarcando también que " no se puede tolerar la desigualdad desde

los primeros años de vida" y que tenemos el deber de poner la infancia en el centro

de todo para conseguir una sociedad más justa e igualitaria.

A continuación, se exponen las conclusiones y retos que cada uno de los ejes:

EJEDIÁLOGO 1: (Re) pensar la profesión en los procesos de construcción de la

ciudadanía y la transformación social.

Históricamente se tienen desarrollado diversas acciones que pueden

considerase comparten ciertos elementos comunes con lo que hoy defendemos

como educación social. Pero esta profesión en los términos en como la

concebimos hoy, surge en un campo intersticial, en los márgenes, como un

apéndice en tierra de nadie que pretende reparar las fracturas sociales, aunque

sin alterar las causas que las sostenían. Por otro lado, su desarrollo se

caracteriza por un movimiento oscilatorio que se mueve entre la regulación y la

transformación social, esto es, en que sus profesionales se conviertan en

agentes de control (contribuyendo a la reproducción social), o en agentes de

cambio social que cuestionan las políticas que sostienen las desigualdades.

EDUCACIÓN SOCIAL Y CIUDADANÍA DEMOCRÁTICA

Desde esta segunda lógica parece urgente consensuar aquellos elementos

educativos que consideremos imprescindibles para garantizar el aprendizaje de

una ciudadanía democrática. Para garantizar este derecho individual y social,

urge colocar la EDUCACIÓN así entendida, en el lugar que le corresponde, desde

su dimensión más política, en el centro de todos los proyectos. Así, frente a esta

racionalidad educativa asistimos a la imposición de la neoliberal que produce:

recortes vergonzantes que estrangulan el Estado de Bienestar; perversión del

lenguaje que produce un vaciado de los contenidos que definen las funciones de

la educación social; reforzamiento del control externo, obsesión por los

resultados fácilmente medibles, transformación de las desigualdades sociales en

culpas individuales, priorización de las fundaciones privadas frente a los

servicios públicos, exigencias a corto plazo…

Los retos recogidos fueron la necesidad de generar redes de confianza entre la

formación, investigación y ejercicio profesional, el compromiso político ante las

injusticias, garantizar el desarrollo de modelos educativos que aseguren a las

personas su participación real y los conocimientos necesarios para entender

cómo funciona el mundo y poder intervenir en su orientación, contribuyendo a

hacerlo menos desigual.

EJEDIÁLOGO 2 EL ESTAR DE LA EDUCACIÓN SOCIAL:

En primer lugar, destacar la figura de los educadores y las educadoras sociales

como catalizadores de la diversidad (no sólo cultural): enseñar las distinciones y

cómo construir puentes entre distintas culturas, y la importancia del trabajo con

los grupos de diversas culturas. En segundo lugar, el valor de los equipos de

trabajo: necesitamos dinamizar, coordinar y trabajar en equipo, generar

sinergias, tejer redes,… Por otro lado, cómo organizarse como ciudadanos

activos para conquistar o mantener derechos: Comprensión de la realidad,

Construir autonomía de los ciudadanos (de abajo a arriba) _vínculo: compromiso

de trabajar juntos y autonomía: compromiso de respetar al otro en su lucha ;

Construcción colectiva: involucrarse con el colectivo, provocar la crítica, la crisis

y provocar la reflexión y buscar con los otros una construcción de caminos. Y

por último visibilizar nuestra acción en la política: el encargo de la

administración (a veces genérico) debemos traducirlo y orientarlo hacia la

educación social (construir ciudadanía): transformarlo en una herramienta

pedagógica; y trabajar a partir de la reflexiónacciónreflexión (No especular).

EJE DIÁLOGO 3: Rehacer la educación social para impulsar la construcción de

la ciudadanía y el pensamiento crítico en la transformación social.

En el apartado de la Ciudadanía del siglo XXI analizar el contexto de la crisis

(inestabilidad laboral, pobreza y exclusión social), frente a ciudadanía

globalizada: ciudadanía sostenible, activa e inclusiva; las políticas sociales:

delegación sobre la comunidad y el tercer sector; y las diferentes definiciones

del concepto ‘ciudadanía’ en función de quien utiliza: mercado,

administración,… hay muchas formas.

En el apartado de formación e investigación se destaca la falta de presencia de

educadoras y educadores sociales en docencia y órganos de decisión y gestión

universitaria, la necesidad de conjugar los planes de estudios con la realidad

profesional: participación profesional; el empoderamiento de las y los

profesionales de la educación social; la necesidad de que la Educación Social

transfiera el conocimiento que se genera en la práctica profesional; y el deber

de salir a los espacios de ciudadanía para conocer lo que es necesario y recrear

modelos de ciudadanía.

Y en último lugar, la transformación social, tomando como ejemplo las

experiencias que favorecen la transformación como las ciudades educadoras,

Comunidades de aprendizaje, ciudad de los niños, ciudades y barrios en

transición; sin olvidar los espacios a los que se niega ciudadanía (exclusión);

contar con el espacio de lo rural en la transformación, ya que ciudadanía no

sólo se da en “ciudades”; y la importancia de la participación de la ciudadanía

en la toma de decisiones políticas: necesidad de la intervención estatal pero

frente a la idea de “el estado proveerá”, decidir qué es lo que debe proveer el

estado.

EJE DIÁLOGO 4 (R) evolucionando las emociones: formulando los malestares

para pensar/proponer estrategias de mejora.

Las conclusiones se resumen en las dificultades para nombrar el “malestar” en

la actualidad (modos en que enuncian las educadoras y los educadores sociales

sus perplejidades y dificultades para otorgar sentidos a aquello que les acontece

en su cotidianidad); la necesidad de encontrar y establecer espacios para

analizar, confrontar y gestionar los malestares y las emociones personales,

institucionales y profesionales; y la necesidad de abordar y producir

herramientas teóricoprácticas que fortalezcan la posición de los educadores

sociales en su quehacer socioeducativo (seguridad laboral, trabajo en red y en

equipo, supervisión, espacios de análisis de casos, educación emocional,

relación dialógica, formación, etc.).

En consecuencia, los retos surgidos de este eje consisten en visibilizar y abordar

los dilemas y malestares personales, profesionales e institucionales; profundizar

respecto a los malestares y la gestión de las emociones que existen hoy en día

en las instituciones y dispositivos educativos para comprender sus

particularidades y sus lógicas, desde la profesión; y por último sin negar la

dificultad o dificultades (laborales, sociales, económicas, institucionales,

administrativas) transformarlas en preguntas susceptibles de poner a trabajar.

Se torna necesario habilitar preguntas ante aquello que hace obstáculo en el

educador social para superar o desbloquear la posición de queja, asumiendo la

responsabilidad y haciendo autocrítica.

RETOS “DIÁLOGO DE LA PROFESIÓN Y LA RED PROFESIONAL: RECREANDO

NUESTRAS ORGANIZACIONES”

En primer lugar los educadores y las educadoras sociales tenemos la

responsabilidad de realizar una reflexión sobre lo que han supuesto estos

veinte años para la profesión. ¿Qué hemos aprendido? ¿Qué tenemos que

desaprender? Revisando y actualizando aquellas aspiraciones u objetivos que

nos llevaron a configurarnos como sujeto colectivo:

Rescatando lo que educativo y social, tiene la educación social y

pasando a una nueva etapa que no se centre, exclusivamente en

el proceso de construcción profesional.

Estableciendo complicidades y lazos con el resto de perfiles que

intervienen en lo social, en línea con los procesos de configuración

de la acción socioeducativa en el ámbito europeo.

En segundo lugar debemos identificar cómo conectan los colegios profesionales

con las nuevas generaciones de educadores/as sociales y como aseguramos el

proceso de transmisión intergeneracional.

En tercer lugar, después de analizar cómo nos percibe la sociedad, diseñaremos

estrategias para aumentar la proyección social de la profesión y poder influir en

las políticas sociales, educativas, culturales que beneficien a la ciudadanía.

Tomando como referencia la solidaridad, que es el valor en el que se basan

nuestra necesidad y utilidad social y nuestra respuesta. Y por último, trabajar

para que el Consejo General de Colegios sea la suma de las potencialidades de

los diferentes colegios autonómicos; avanzando en el trabajo colaborativo

interterritorial que garantice la participación en igualdad, huyendo de

corporativismos, fortaleciendo un nuevo sujeto colectivo más amplio, desde la

interpelación sobre los modelos que resulten más eficaces en la configuración

organizativa territorial.

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