Foto: Diario de León
Diez años del CRE de San Andrés han permitido poner a prueba 140 prototipos tecnológicos y proyectos de investigación en los que han participado un millar de personas, tantas como usuarios han pasado por el centro de referencia nacional para afectados con una grave discapacidad.
carmen Tapia | san Andrés, Diario de León, 26 de agosto, 2017
«Todo lo que se investigue está muy bien. Participamos en los proyectos para que estudien cómo mejorar la vida de las personas con grave discapacidad. Hemos participado en todos los que nos proponen, aunque últimamente llegan menos». Mari Cruz Natal Sarmiento vive desde hace nueve años en el Centro de Referencia Estatal para la Atención de Personas con Grave Discapacidad y para la Promoción de la Autonomía Personal a la Dependencia (CRE), un recurso puesto en marcha en diciembre del año 2007 años por el gobierno socialista encabezado por el leonés José Luis Rodríguez Zapatero y que contó con una inversión de 16,5 millones de euros para su construcción y puesta en marcha. Tiene 120 habitaciones y una media de 100 usuarios. Desde su inauguración han pasado por el centro un millar de personas que de distinta manera han participado en algunos de las 140 investigaciones, ensayos de prototipos tecnológicos y proyectos de investigación procedentes de empresas y entidades públicas.
Mari Cruz Natal es una de los cuarenta usuarios que viven en el centro de San Andrés. Entraron al poco tiempo de inaugurase el recurso público que comenzó su andadura con unas normas de ingreso que cambiado con los años. Desde la crisis económica, los usuarios sólo pueden permanecer en el centro 18 meses.
Los usuarios no pagan nada. Las estancias son gratuitas. «Lo que hemos incrementado en este tiempo es el asesoramiento de forma ambulatoria. Las familias pueden venir y nuestros especialistas les hacen un estudio gratuito sobre productos de apoyos y accesibilidad de las viviendas», explica la directora gerente María Teresa Gutiérrez Fuentes.
El centro no tiene lista de espera. Los usuarios que cumplen los criterios de entrada lo hacen con poco tiempo de espera. Los objetivos del centro son la rehabilitación y la inserción social.
El perfil de los usuarios, grandes dependientes, convierte el centro en un laboratorio de pruebas de prototipos tecnológicos y proyectos de investigación. Las compañías tecnológicas prueban sus diseños tecnológicos con los usuarios antes de sacarlos al mercado, o bien los testan en el centro para mejorarlos cuando ya están en el mercado.
Proyectos como la evaluación de la eficacia de terapias no farmacológicas con Brain Computer Interface, valoración de un programa de terapia musical para personas con grave discapacidad, beneficios de entrenamiento de fuerza con personas con parálisis cerebral, evaluación del equilibrio mediante un programa de sedestación, estudio de la carga del estrés familiar, estudio de la mejora respiratoria con un programa de entrenamiento con cerbatana, proyecto de sensores aplicados a una silla para evitar colisiones... Pero en el plato fuerte del centro son los deportes. Los usuarios han probado de todos. «Lo mejor valorado por los usuarios es el deporte y lo peor es la restauración, pero no porque sea mala, sino porque cada uno tiene sus gustos», explica la gerente. Y precisamente para mejorar en alimentación, el centro se involucra en nuevos proyectos de investigación. «Las empresas siguen probando sus diseños, lo que ha disminuido son las investigaciones públicas, que con la crisis han reducido mucho la partida para este concepto», explica la directora.
El CRE amplia el campo de investigación y da el salto para el cuidado sanitario. El centro tiene en marcha investigaciones con la Universidad de León y el Hospital de León para el estudio de la disfagia (dificultad para tragar) y la dieta mediterránea. «Hemos eliminado los tradicionales purés y ahora los preparamos con moldes que simulan los alimentos que se consumen, para que sea más atractivo».
Otro proyecto de investigación en marcha busca disminuir las escaras en los pacientes encamados y con escasa movilidad. «Colchones y demás medios técnicos que nos permitan mejorar y evitar la incidencia de escaras».
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