Cuando
estamos jugando, estamos compartiendo experiencias, desarrollamos la
curiosidad, potenciamos la creatividad, afianzamos la socialización y sobre
todo, aprendemos a vivir.
El
juego ayuda a los niños y niñas a su desarrollo en las diferentes etapas de la
vida y contribuye a crear su personalidad.
Aunque
es verdad que tenemos todo el año para comprar juguetes y para jugar, el
consumo es superior en las fiestas navideñas, al menos se dedica mucho más tiempo
a incidir sobre el “juego y el juguete”.
Desde
hace años son muchas las campañas para fomentar la igualdad en los anuncios de
juguetes y juegos, pero muchas de las tiendas, sobre todo las grandes superficies
siguen mostrando en sus estanterías la distinción entre juguetes para niños y
niñas. La publicidad de juguetes utiliza muchas estrategias para llamar la
atención y para hacer que el juego o juguete que se anuncia sea lo
suficientemente atractivo para poder comprarlo.
Es
muy importante que desde las familias fomentemos el juego y el juguete sin
distinción de género, con lo que reforzaremos los valores de igualdad, respeto
y tolerancia.
El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM)y el
Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) en el año 2016 presentaron un Informe anual sobre la Campaña navideña de
Juegos y Juguetes 2016, con el fin de evaluar qué tipo de publicidad se
lanza en la época previa a las compras navideñas.
Cuatro de cada 10 anuncios de juguetes son
sexistas, si bien la cifra queda ya lejos de los ocho de cada diez de 2013.
Los anuncios sexistas de juegos y juguetes
han aumentado por primera vez en cuatro años, al pasar del 38,46% de 2015 al
43,27% en 2016, lo que “debe ponernos en alerta como sociedad, frenando
cualquier paso atrás en conciencia de género, y pedir la máxima colaboración de
agentes de socialización tan importantes como la publicidad”.
En la misma página web del Instituto Andaluz de la Mujer se hace
referencia a ciertos aspectos a tener en cuenta a la compra de juguetes:
1. No hay juguetes de niños o niñas.
2. No hay colores para cada género.
3. Elegir respetando la diversidad.
4. Con la elección del juguete también
educamos.
5. Elijamos juguetes que fomenten que
niños y niñas cooperen y compartan espacios, especialmente los domésticos.
6. Ayudemos a promover las capacidades
personales de cada niño y niña.
7. Busquemos juegos que potencien la
empatía y el desarrollo de sentimientos.
8. Evitemos juguetes, juegos y videojuegos
violentos.
9. No siempre decir que sí a todo. Los
menores están condicionados por la publicidad.
10. Busquemos libros y juegos en los que
estén presenten niñas y niños.
Hay que tener en cuenta es hay un conjunto
de Leyes que protegen tanto a los consumidores y consumidoras de juegos y
juguetes, como a los propios niñas y niños que los utilizan. Empecemos a
recordar la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia, aprobada por
la Asamblea de la Naciones Unidas, los Derechos de los y las menores en el
Estado Español y en las diversas Comunidades Autónomas, las Normas que regulan
la Publicidad dirigida a la Infancia en los diferentes medios de comunicación.
Se necesita trabajar el tema del juego y
el juguete en los centros educativos, con los menores y con sus familias,
diseñar actividades que informen y formen a toda la comunidad escolar. Sería
también un buen momento para comenzar a recuperar juegos tradicionales,
construir con materiales reciclables los juguetes y también crearlos como
fuente de imaginación.
Samuel N.P.
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