La nueva ley de Violencia de Género que el Consejo de Gobierno aprobó en su reunión de ayer elimina las barreras de la privacidad para que la agresión a una mujer «por el mero hecho de serlo» también sea contemplada pòr la justicia como un acto de violencia de género. Esto significa que cualquier acto de esta naturaleza, como «amenazas, coacción o privación arbitraria de la libertad», deberá ser tratado del mismo modo que una agresión doméstica. Desde el momento de la aprobación definitiva de la ley, se pondrán bajo la lupa los ámbitos laboral y social, del mismo modo que hasta ahora se contemplaba el de pareja o el familiar.
Otra de las novedades que recoge el texto es el reconocimiento de los beneficios de la ley a aquellas personas que dependen de la víctima de los malos tratos, «como menores y mayores que convivien en un hogar donde existe violencia de género».
Además, se atenderá de forma especial a aquellos sectores específicos donde la existencia de vioelncia hacia la mujer se acompaña de problemáticas propias como el tráfico o la explotación sexual, tener algún tipo de discapacidad, vivir en el medio rural o ser inmigrante.
La prevención también es un aspecto destacado en la nueva ley; el texto insiste en la necesidad de implicar y formar a todos los profesionales que intervienen en el tratamiento de las mujeres afectadas, «cuya labor es crucial para la detección y atención especializada a las víctimas».
Especial importancia cobra la educación; las campañas de sensibilización aspira a convertirse en una potente arma contra la reproducción de la violencia contra las mujeres en las nuevas generaciones, para lo que se pondrán en marcha, además de campañas para toda la población, medidas educativas para los jóvenes. Éste será uno de los pilares básicos sobre los que trabajar para erradicar esta lacra social.
Por último, la nueva ley clarifica la Red de Asistencia a la mujer víctima de violencia de género, al ser incluidos en el propio texto legal. De esta forma se recogen los centros de acogida y los servicios de atención tales como «de información, jurídicos, atención psicológica, inserción laboral, ayudas económicas, y todos aquellos de la administración considere necesarios», reza el propio texto.
Noticia: Diario de León, 8 de enero de 2010
Otra de las novedades que recoge el texto es el reconocimiento de los beneficios de la ley a aquellas personas que dependen de la víctima de los malos tratos, «como menores y mayores que convivien en un hogar donde existe violencia de género».
Además, se atenderá de forma especial a aquellos sectores específicos donde la existencia de vioelncia hacia la mujer se acompaña de problemáticas propias como el tráfico o la explotación sexual, tener algún tipo de discapacidad, vivir en el medio rural o ser inmigrante.
La prevención también es un aspecto destacado en la nueva ley; el texto insiste en la necesidad de implicar y formar a todos los profesionales que intervienen en el tratamiento de las mujeres afectadas, «cuya labor es crucial para la detección y atención especializada a las víctimas».
Especial importancia cobra la educación; las campañas de sensibilización aspira a convertirse en una potente arma contra la reproducción de la violencia contra las mujeres en las nuevas generaciones, para lo que se pondrán en marcha, además de campañas para toda la población, medidas educativas para los jóvenes. Éste será uno de los pilares básicos sobre los que trabajar para erradicar esta lacra social.
Por último, la nueva ley clarifica la Red de Asistencia a la mujer víctima de violencia de género, al ser incluidos en el propio texto legal. De esta forma se recogen los centros de acogida y los servicios de atención tales como «de información, jurídicos, atención psicológica, inserción laboral, ayudas económicas, y todos aquellos de la administración considere necesarios», reza el propio texto.
Noticia: Diario de León, 8 de enero de 2010
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