La innovación de producto es una
de las estrategias de empresa encaminada a ganar competitividad en el mercado
mediante ahorros de costes de producción o distribución bien mediante éxitos comerciales (aumento de
ventas, fidelización de clientes/as, aumento de cuota de marcado, etc).
Meter Drucker lanzaba la idea de que las empresas
competían ya no con productos sino con modelos empresariales. Dichos modelos
nacían de la innovación y eran más competitivos cuanto más intensa fuera la
misma. De esta idea surgen posiciones sobre la innovación basadas en el
análisis de la cadena de valor sectorial. Es decir la innovación puede recaer
sobre aquellas partes de la cadena que aporten más valor al sector y a las empresas
del mismo. Por eso se hace necesario conocer el sector, su cadena de valor para
entender qué tipo de innovación es más interesante en el mismo.
Decía Steve Jobs que “la innovación es lo que distingue a un
líder de un seguidor”, por lo que ante momentos de crisis, los Servicios
Sociales deben liderar cambios que tiendan a mejorar la situación de las
personas, los grupos y los diferentes colectivos más frágiles.
Innovar en Servicios Sociales
está muy relacionado con una mejora continua en las diferentes actuaciones. La
diferencia es que en la mejora continua se ven resultados a corto plazo, y los
cambios son graduales, mientras que en la innovación se producen grandes
cambios, nuevos modelos de intervención, y se pueden ver resultados a mediano y largo
plazo. Mientras que la mejora continua es orientada al proceso, la innovación
va orientada al resultado final.
Los y las profesionales de los
Servicios Sociales (Educadores/ras Sociales, Trabajadores/ras Sociales,
Psicólogos/as, etc), no pueden esperar a que se les diga lo que tiene que
hacer, y deben hacer propuestas de cambios, incluso ponerlas en marcha. La
formación y experiencia tiene que posibilitar la innovación y la adaptación a
las nuevas necesidades sociales.
Innovar en Servicios Sociales es
optimizar recursos, visualizar las prestaciones, conocer las necesidades y
demandas, disminuir costes, desarrollar nuevas estrategias de intervención, aplicar
las nuevas tecnologías, hacer más atractivo el trabajo, mejorar la imagen,
contar con las personas, desarrollar la
creatividad, aprovechar el trabajo en equipo, coordinarse con profesionales de
otras instituciones, etc.
Innovar es arriesgarse, y como decía
Séneca “no es
porque las cosas son difíciles por lo que no nos atrevemos; es porque no nos
atrevemos por lo que son difíciles”.
Samuel N.P.