El concepto de competencia
se refiere no sólo las capacidades requeridas para el ejercicio de una
actividad profesionales, sino también un conjunto de comportamientos, capacidad
de análisis, toma de decisiones, etc, considerados necesarios para poder
desarrollar la profesión.
La
actitud del profesional conforma las competencias claves del Educador y de la Educadora Social ,
y debe incorporar como un elemento identificador en su propio curriculum.
Establecemos
a continuación lo que podrían ser las competencias básicas que deberían tener Educadores
y Educadoras Sociales:
.
Competencias organizativas del trabajo: habilidades para ser capaz de optimizar
los recursos humanos, materiales y económicos existentes para desarrollar las
tareas establecidas.
. Competencias
de relación interpersonal: capacidad de relacionarse, de crean empatía, de
respeto hacia los demás, etc.
.
Competencia para resolver problemas: es decir la disposición para enfrentarse a
las situaciones y dar respuesta.
.
Competencias para trabajar en equipo: como disposición y habilidad para
cooperar y colaborar con un conjunto de personas en el desarrollo de las
diversas acciones.
.
Competencias creativas: posibilitar nuevas formas de expresión y de actividad
que desarrollen ideas para mejorar el entorno personal, familiar y comunitario.
.
Competencias de responsabilidad: capacidad para implicarse en su trabajo.
.
Competencias de autonomía: basarse en el desarrolla de las tareas encomendadas
de forma independiente.
.
Competencias de aplicación de nuevas tecnologías: estas inmersos en una nueva
era tecnológica, situación que debe acompañar y estar presente como herramienta
necesaria en la labor profesional.
.
Competencias de aprendizaje: una profesión tan cambiante pasa por estar al día
en cuanto a la información y formación.
No
se puede dudar que la visibilidad de la profesión de Educación Social pasa por desarrollar estas competencias de
una manera eficaz y eficiente.
Samuel N.P.
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