1.1.- Antecedentes.
Es
en el año 1987, cuando la Junta
de Castilla y León aprueba el Plan Regional de Acción Social y Servicios
Sociales de la Comunidad Autónoma ,
queda reflejado en el Decreto 287/87, de 10 de diciembre y que fue publicado en
el BOCYL de 24/12/87. Las normas contenidas en el Decreto constituyen el
régimen jurídico aplicable a las aportaciones económicas dirigidas a
instituciones públicas y privadas en
materia de Acción Social y Servicios Sociales.
El
Plan Regional de Acción Social y Servicios Sociales planteaba varios programas
de actuación, destacamos el programa Cero y el programa complementario.
-
El programa
Cero: hace referencia al mantenimiento de los Centros de Acción Social,
objetivos, etc.
-
El programa
complementario: hace referencia a la Animación Sociocomunitaria. Su
objetivo básico sería mejorar la calidad de vida del grupo y de cada uno de sus
miembros mediante el desarrollo de actividades en el campo de animación
sociocultural y la potenciación de la participación ciudadana en la acción
social que se llevaría a cabo prioritariamente a través de los Consejos
Sociales de Barrio o Rurales.
En
el mismo Documento Base en el que se enmarcaba la Acción Social de
Castilla y León se establecía el contenido de la propia Acción Social. Se
hablaba del programa de Animación y
Desarrollo Comunitario, con los objetivos y acciones que se llevarían a
cabo.
En
el propio Documento Base se establecen también los y las profesionales que
forman el equipo básico: un diplomado en Trabajo Social y un Animador/ra Educador/ra Comunitario/a.
El
15 de diciembre de 1988 se aprueba por las Cortes de Castilla y León, la Ley de Acción Social y Servicios Sociales (18/88, de
28 de diciembre, BOCYL, 9 de enero de 1989). Se trata de una Ley que pretende,
de acuerdo con su exposición de motivos, estructurar racionalmente los
Servicios Sociales de la
Comunidad , complementar la legalidad establecida hasta esa
fecha y que desarrolla los Derechos Sociales y de participación contenidos en la Constitución , con el
fin de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía de Castilla y León.
A
partir de la publicación de Ley de Acción Social se han ido sucediendo una
serie de Disposiciones normativas que irán regulando las distintas áreas del
sistema de Acción Social de la
Castilla y León.
Es
de destacar el Decreto 13/1990, de 25 de enero que regula el sistema de Acción Social de la Comunidad Autónoma. En este Decreto se establece el personal
básico de cada CEAS, un Trabajador/ra Social y un Animador/ra Educador/ra Comunitario/a, así como los contenidos y
funciones de los CEAS, y en concreto del Servicio
de Animación y Desarrollo Comunitario.
1.2.-
La actual Ley 16/2010, de 20 de diciembre, de Servicios Sociales de Castilla y
León. Algunas consideraciones en relación a la intervención comunitaria.
Los principios rectores que marcan la
actual Ley: solidaridad, igualdad, prevención, atención integral,
universalidad, respeto a los derechos de las personas, participación, promoción
de la iniciativa social y del voluntariado, etc. Todos estos principios están
situados como punto de partida de la aplicación
de una intervención comunitaria en
el campo de los Servicios Sociales.
En relación con las clases de
prestaciones que se derivan del sistema de servicios sociales de
responsabilidad pública pueden ser de servicio, económicas o materiales.
Es
importante hacer mención de como se organiza el sistema de Servicios Sociales.
A)
Hay un
primer nivel en el que se habla de Equipos
de Acción Social Básica, que
desarrollarán su actividad, de carácter
multidisciplinar, en los Centros de Acción Social (CEAS). Esto nos quiere
decir que esos equipos básicos estarían formados por profesionales de diversas
disciplinas.
B)
Un segundo
nivel que lo formarían Equipos Multidisciplinares Específicos.
C) También queda la puerta abierta a otras estructuras
organizativas funcionales.
La nueva Ley
en relación a la composición del Equipo de Acción Básico, dice que contará con
el personal técnico y administrativo necesario, pero no especifica que
formación deberían tener estos profesionales.
Hay que
tener en cuenta que la Ley
sí señala las funciones y actividades que corresponden a los
Equipos de Acción Social Básica y que son las siguientes:
Información sobre recursos sociales.
Orientación, asesoramiento y derivación de casos. Coordinación y desarrollo de
acciones preventivas. Detección y diagnóstico de casos. Seguimiento de casos.
Promoción de la convivencia e integración familiar y social. Actividades de
sensibilización, promoción de la participación y el asociacionismo, y fomento y
apoyo del voluntariado y la acción solidaria.
Muchas de
estas funciones y actividades sólo se podrán desarrollar a través de una intervención comunitaria.
Que
lejos queda aquel primer Congreso de Animación Sociocomunitaria, en noviembre
de 1989, en Salamanca. Un Congreso que estableció un análisis de los contenidos y los ámbitos de la animación
comunitaria, así como las funciones
que tendrían los y las profesionales que se dedicasen a este campo. La
intervención en dicho Congreso de ponentes de la talla de José M. Quintana
Cabanas, Marco Marchioni, Fernando Cembranos, Antonio Caride, Paloma López
Ceballos, Antonio Martín o Ricardo Marín Ibáñez, lograron marcar un antes y un
después en establecer la importancia del cometido de la animación comunitaria.
Ni
servicio, ni área, ni plan, ni programa,
la animación comunitaria es una de las grandes estrategias metodológicas de
que se sirve el Trabajo Social en el abordaje de situaciones sociales. Una
metodología que prioriza el trabajo
grupal y confía en la capacidad transformadora de las personas y de los
colectivos.
Como
cualquier otra esfera del conocimiento y la práctica científica, la animación
comunitaria, distingue tres elementos de conceptualización y aplicación: la teoría, el método y las técnicas, o
lo que es lo mismo, los fundamentos, los procedimientos y los instrumentos de
la acción.
La
animación comunitaria afronta situaciones de naturaleza diferente, mediante la intervención en contextos diversos y con el desarrollo
de diferentes acciones.
Los
valores de la animación comunitaria se encuentran tanto en la capacidad de
generación de cambios y mejoras sociales, como en la formas de trabajar en las
intervenciones sociales. Se trata de satisfacer las necesidades básicas y
expectativas de calidad de vida y bienestar, pero para ello es necesario
hacerlo mediante reflexiones de respeto, confianza, creatividad y aprendizaje.
El
objetivo final será la transformación social, para ello la animación
comunitaria debe crear espacios de
participación que de manera organizada puedan facilitar la comunicación con
la administración pública.
La
animación comunitaria desarrollará acciones encaminadas a favorecer la potencialidad de las personas y modificar
sus carencias.
La
animación comunitaria como proceso de transformaciones
personales que ayudan a los cambios en el entorno, en su colectivo y en la
comunidad. Transformaciones en las
comunidades que ayudan a los colectivos, a los grupos y a las personas para
poder salir de las situaciones de carencias o de fragilidad en que se
encuentran. Como consecuencia de los cambios
personales, vendrán los cambios
sociales.
Cualquier
intervención comunitaria es un proceso
socioeducativo, son acciones que relacionan a las personas entre sí, y a
éstas con el entorno y sus posibilidades.
La práctica
de cualquier proceso comunitario no es un trabajo
en solitario, todo lo contario, nuestra referencia debe estar en el grupo y
las relaciones que se dan como elementos que posibilitan y potencian las
capacidades y las habilidades personales.
No es
posible conseguir los objetivos marcados en cualquier acción de intervención
comunitaria sin el trabajo en equipo y
el trabajo en red, estas dos herramientas servirán para buscar espacios de
colaboración y cooperación.
Así
pues, podemos decir que la animación comunitaria es una metodología de trabajo para el cambio y la transformación de la
realidad individual y social de las personas. En estos momentos la práctica
de la intervención comunitaria, no es actuar sobre simples problemas para resolver, sino sobre complejas situaciones de problemas cambiantes que interactúan entre ellos.
3.-La intervención comunitaria en el hoy, ¿cuál es el horizonte?
Papel
del Trabajo Comunitario y de los y las profesionales que los desarrollan.
En los momentos actuales existen
alteraciones en la intervención comunitaria con relación a la demanda y al
aumento de la complejidad que la
caracteriza, dado por diferentes factores relacionados con el cambio. La
complejidad se manifiesta, tanto en el terreno de las expectativas, ya sea en
términos individuales o colectivos.
Podemos decir que no todo vale,
es necesario partir de que
existen unas necesidades generales básicas como son las desigualdades sociales,
la falta o dificultad en el acceso a los recursos, el individualismo y
aislamiento social y un rechazo social e intolerancia a la diferencia.
Todas
estas situaciones no afectan a las
personas y a los colectivos por igual, y algunos están expuestos a
padecerlas más que otros.
Sabemos
que el Desarrollo Comunitario no es sólo patrimonio de los Servicios Sociales, pero
si somos profesionales de la Intervención
Comunitaria y ésta se desarrolla desde el campo de los S.
Sociales, nuestra misión es mejorar la
calidad de vida de toda la ciudadanía, interviniendo preferentemente en favorecer
la inclusión y promoción social y previniendo los factores de riesgo y
desigualdades de aquellas personas y
colectivos más frágiles o vulnerables.
Los
y las profesionales de la intervención comunitaria deberían centrar su
intervención a través de tres niveles y con el mismo orden de prioridad:
- Inclusión Social.
- Prevención selectiva de la Exclusión Social.
- Prevención universal de la Exclusión Social.
Trabajar
para lograr la inclusión social de individuos, grupos y comunidades, tratar de
prevenir situaciones de riesgo de exclusión social y promocionar la
participación social de toda la comunidad.
A
nivel individual el instrumento que se considera básico para logar una
verdadera intervención integral es el Proyecto
Individualizado de Inserción al que yo llamaría Proyecto de Intervención Socio-Educativa, por las siguientes
razones:
.
Incluye acciones dirigidas al desarrollo personal.
.
Incluye acciones dirigidas a la unidad familiar.
.
Incluyen acciones comunitarias que favorecen la integración en su zona.
.
Incluyen acciones que favorecen el acceso al mundo laboral.
En
realidad es un proceso educativo, un
proceso de cambio en el que inciden
diversos factores y en el que deben intervenir equipos multidisciplinares,
entre ellos el/la técnico/a en intervención comunitaria.
Un
ejemplo.-
Trabajo con el colectivo
gitano, desarrollo con el Equipo Básico del CEAS y con el equipo
multidisciplinar un trabajo individualizado con las personas en riesgo de
exclusión, a la vez desarrollo intervenciones grupales (un taller de
organización doméstica), luego llegamos a organizar unas jornadas municipales
sobre la cultura gitana dirigida a toda la población, todo esto puede terminar
en la legalización de una asociación para la promoción social del pueblo
gitano.
Todas
las acciones se pueden desarrollar desde cualquier nivel de intervención,
siempre priorizando como hemos dicho anteriormente, la inclusión social.
El
conjunto de actuaciones posibles y sus contenidos, deberán responder a estas
tres áreas:
-
Área de Información y Sensibilización.
- Área de Desarrollo Personal
y Redes Sociales.
- Área de Participación Social
y Asociacionismo.
Los aspectos metodológicos
básicos.
Para
trabajar con visión de poder llegar a una Intervención Comunitaria eficaz es
necesario:
-
Priorizar el Trabajo en Equipo de
abajo arriba, de lo más cercano a lo más lejanos, pero de forma horizontal y no
vertical.
-
Establecer el grupo como espacio de
trabajo:
La
intervención comunitaria son acciones que relacionan a las personas, y la
relación con el entorno y con sus posibilidades. No podemos concebir la
práctica de los procesos comunitarios como un trabajo en solitario, al
contario, nuestro marco de referencia es el grupo y las relaciones que se dan
como elementos que posibilitan y potencian las capacidades y habilidades
personales.
Podemos
decir que una intervención comunitaria no es más que un conjunto de grupos que
quieren afrontar y resolver los problemas que le son comunes. Son muchas las
ventajas de trabajar a nivel grupal: la motivación, crear confianza,
desarrollar la creatividad, etc.
Es
tarea de los profesionales de la intervención comunitaria el poder situar a los
grupos como protagonistas de la acción, potenciar su autonomía, en realidad
nuestro trabajo se basa en desarrollar unas condiciones adecuadas para que el
grupo trabaje.
-
La
participación de la ciudadanía como:
- Forma de contribuir con las personas en la
búsqueda de su autonomía y satisfacción personal.
- Garantía en la toma de conciencia de sus
problemas, de la necesidad de resolverlos y su implicación en la ejecución de
las soluciones.
- Manera de potenciar una conciencia de cambio y transformación
social.
Entender que las
Intervenciones Comunitarias nacen del trabajo en el Microgrupo (Trabajador/ra Social
y Animador/ra Comunitario/a), pasan por el Equipo CEAS completo (Trabajador/ra
.Social y Animador/ra Comunitario/a y Auxiliares Administrativos), alcanzan al
Equipo Multidisciplinar, se unen con otras profesionales de salud, educación, etc
y llegan a la Comunidad.
4.-
Es el Educador y la Educadora Social
los profesionales que deberían formar parte en un futuro cercano de los Equipos
de Acción Social de carácter Básico.
Hace
algún tiempo escribía un post en mi blog en relación a la necesidad de que los
Educadores y Educadoras Sociales formasen parte de los Servicios Sociales y lo
basaba en los siguientes argumentos:
-
Los ámbitos de intervención que delimitan las
funciones de estos profesionales está en el trabajo personal (individual y
familiar), el trabajo social comunitario y el trabajo en equipo y tareas
institucionales.
-
La
nueva Ley de Servicios Sociales plantea como finalidad y objetivos generales el
poder cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos y ciudadanas de esta
comunidad, pero con unos servicios sociales dirigidos a favorecer el desarrollo
integral, la autonomía, la igualdad de oportunidades, etc, en general llegar a
la integración plena de las personas, grupos y comunidades. Esos mismos
objetivos y finalidad se conseguirán a través de fomentar los aspectos
comunitarios como la convivencia, la cohesión social, la participación, el
asociacionismo, la acción voluntaria y la solidaridad. Intervenir de modo que
no se llegue a un proceso asistencialista de los Servicios Sociales.
-
Hoy
en día las necesidades y las demandas en los Servicios Sociales no son las
mismas, pero tampoco iguales las mismas formas de intervenir para
solucionarlas. Se trabaja mucho más desde la prevención, desde la intervención
directa, con posibilidades de aplicar muchos recursos, con herramientas y
estrategias de trabajo en las que se aplican las nuevas tecnologías, con un sin
fin de posibilidades que piden a gritos un trabajo multidisciplinar en equipo.
-
Los
Educadores y Educadoras Sociales está formados en disciplinas tan importantes
para la intervención social como es la animación comunitaria, la pedagogía
social y de la diversidad, la psicología del desarrollo y de los grupos, la
inserción sociolaboral, la educación para la salud, la orientación familiar,
etc.
-
Los
cambios en las personas, en las familias, en los grupos y en las comunidades
sólo son posibles gracias a una intervención socioeducativa, función que
desarrollan y en la que se encuentran sobradamente preparados aquellas personas
que han escogido la Educación Social
como profesión y vocación.
5.-
Se desinfla la animación comunitaria.
Puede que
todo lo que rodea a la animación comunitaria no se encuentre en su mejor
momento y existan ciertas situaciones para reflexionar y poder cambiar:
-
Las
instituciones públicas han priorizado las prestaciones
económicas y no las intervenciones de carácter integral en relación a las
personas, familias, a los grupos, colectivos y a la misma comunidad.
-
Los equipos
de dirección no han querido o no han sabido transmitir a
la clase políticas una nueva visión de los Servicios Sociales.
-
Muchos
profesionales han perdido el tren, no han conseguido adaptarse a los nuevos cambios.
-
Se ha
producido un aislamiento profesional,
han surgido pequeñas islas, algunas veces promovidas e intencionadas por las
propias instituciones, y otras por la pereza de los y las profesionales.
-
La falta de
formación para el reciclaje profesional
no es culpa sólo de las Instituciones para las que se trabaja, nuestra labor
profesional debe tener un compromiso de formarnos a través de otras vías.
-
No hemos
sabido utilizar y aprovechar lo que nos ofrecen las nuevas tecnologías.
Tal vez recordamos demasiado el pasado,
lo que fue y podría haber sido. Estamos en otra realidad y debemos avanzar con
propuestas de mejora. Con todo esto no podemos esperar a que nos ordenen, eso
es obedecer, y necesitamos crear e
innovar, para que las acciones que se desarrollan a través de un proceso de
intervención comunitaria tengan el respaldo necesario y cumplan los objetivos
marcados en el ámbito de los Servicios Sociales.
6.-
Referencias bibliográficas.
-
Josep Vallés Herrero (2009), Manual del Educador Social-Intervención en
Servicios Sociales, Madrid, Editorial Pirámide.
-
Ley 7/2010, de 30 de agosto, por la que
se regula la Renta Garantizada
de Ciudadanía de Castilla y León.
-
Decreto 6/2010, de 16 de diciembre, por
el que aprueba el reglamento de desarrollo y aplicación de la Ley 7/2010, de 30 de agosto,
que regula la Renta Garantizada
de Ciudadanía de Castilla y León.
-
Varios autores/as (1992), Textos de Animación Comunitaria,
Valladolid, Junta de Castilla y León.
-
Legislación (1995), En materia de Acción Social, Valladolid,
Junta de Castilla y León.
-
Ley 18/1988, de 28 de diciembre, de Acción Social y Servicios Sociales de
Castilla y León.
-
Ley 16/2010, de 20 de diciembre, de Servicios Sociales de Castilla y León.
-
La
Acción Social en
Castilla y León (1988), Documento Base, Valladolid,
Junta de Castilla y León.
-
1º Congreso Regional de Animación Comunitaria (1989), Ponencias y comunicaciones, Ayuntamiento
de Salamanca.
-
Varios autores/ras (2008), Educación Social y Trabajo con la Comunidad , Revista
de Educación Social “RES”.
-
El
servicio de animación y desarrollo comunitario en el ámbito de los Servicios
Sociales (2005), Valladolid, Junta de Castilla y León.
-
Intervención
Social II, apuntes de la
Diplomatura de Trabajo Social, León, 2ª Curso (2002-2003).
-
Intervención
Comunitaria: Prevención, convivencia y mediación desde los CEAS, 2012,
Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León.
Samuel N.P.
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