jueves, 17 de diciembre de 2015

La Educación Social es un gran paraguas


Según la Wikipedia define “paraguas” como un objeto para protegerse de la lluvia. Está formado por una superficie cóncavo desplegable, normalmente de tela impermeable o plástico, sujeta a una estructura de varillas dispuestas alrededor de un eje central rematado en uno de sus extremos por una contera que le sirve de apoyo, y por el otro lado terminado en un mango o puño, adecuado para llevarlo con una mano. El ingenio compuesto por rayos y varillas permite cerrarlo cuando no llueve o en un lugar protegido. Un paraguas clásico cerrado puede servir de bastón; no así, por su corto tamaño, la versión "de bolsillo", que tiene varillas que se pliegan por dos o más sitios, más cómodo para guardarlo cuando no llueve.

Podría ser la Educación Social un enorme paraguas que nos permita acercarnos a las personas dentro de su entorno individual, familiar y comunitario, a la vez resguardarlas de su propia lluvia interior.

El paraguas de la Educación Social, lo mismo, que la gran carpa de un circo, encierra herramientas, técnicas y estrategias, que ayudan a conseguir una mejor calidad de vida de las  personas, los grupos y los colectivos, en él se guarda un proceso de construcción y aprendizaje.

Participación, toma de decisiones, objetivos, planificación, innovación, acción, igualdad, intervención, evaluar, coordinación, trabajo en equipo, prevención, mejora, calidad, proyecto, confianza, diversidad, fortaleza,…, todas ellas forman parte de la estructura del paraguas.

Conocer, dominar, analizar, aplicar, ..., los elementos del paraguas constituyen el conocer nuestra identidad profesional.

El paraguas permite acercarnos al diálogo, a la observación, a la opinión, al seguimiento, a la evaluación, a los cambios, al aprendizaje, a la detección de necesidades, a contrastar, etc. Cerrado o abierto, el paraguas nos crea confianza y seguridad ante las posibles intervenciones.

Si no llueve, no importa el paraguas está a la vista, en el paragüero, cercano al Educador y a la Educadora Social, siempre dispuesto a utilizarlo hasta que se calme la tormenta o pase la borrasca.  

“Cuando llueve comparto mi paraguas, si no tengo paraguas, comparto la lluvia”. (Enrique Ernesto Febbraro).
Samuel N.P.

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