Hoy es 28 de junio de 2019, Día Internacional del
Orgullo LGTBIQ+, 50 años después de los disturbios surgido en el pub Stonewall
del en el barrio de Greenwich Village (Manhattan, Nueva York, EE.
UU.), en el que un grupo de hombre y mujeres homosexuales respondieron por
primera vez a la policía por vulnerar sus derechos, se sigue reivindicando este
Orgullo por la marginación que sufre este colectivo en la actualidad.
Según la “Wikipedia”, la noción básica del
«orgullo LGTBIQ+» reside en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es,
sea cual sea su sexo o identidad
sexoafectiva. Desde un punto de vista lingüístico, el término
«orgullo» designa 'el amor propio o la estima que cada persona tiene de sí
misma como merecedora de respeto o consideración'. Esta definición transmite la
idea de una dignidad intrínseca que todo ser humano posee y que no debe verse
afectado por su conducta u orientación sexual. En este sentido, un
concepto equivalente sería hablar de «dignidad LGTBIQ+».
El Día del Orgullo LGBT adquiere un especial
protagonismo en España, teniendo en cuenta que se celebra en Madrid el
“Worldpride 2017” ,
popularmente conocido como Orgullo Mundial, un evento fundado por Paul Stenson
y organizado por la asociación InterPride para promover la visibilidad y la
defensa de los derechos sociales de las personas LGTBIQ+.
Aunque las personas LGTBIQ+ han abierto un camino
en las ciudades, nos queda una asignatura pendiente, es la normalización y
visibilidad en el medio rural. La verdad es que existe en los pueblos una
tradición muy marcada, con costumbres establecidas a través de las generaciones
y familias muy tradicionales. Por estas razones no es fácil “salir del armario”
en las poblaciones pequeñas, así que muchos jóvenes han tenido que irse a las
ciudades para poder vivir de acuerdo a su orientación sexual. Por no decir del
colectivo de personas adultas y mayores que se mantienen en el silencio, ni
siquiera poder hablar de sus propios sentimientos y emociones con sus familias
y círculo de amistades, todo por el “que dirán”.
Por eso es importante el trabajo de las entidades públicas y las
asociaciones en el medio rural, para desarrollar acciones de sensibilización en
los lugares públicos, ayuntamientos, centros socio-cultural y educativos,
plazas y calles, espacios que deben ser ocupados para la reivindicación y la
intervención socio-educativa.
Samuel N.P
Foto: Plaza Mayor del pueblo de Cacabelos (El Bierzo), banco pintado de colores.
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