El concepto de competencias engloba no sólo las capacidades requeridas para el ejercicio de una actividad profesional, sino también un conjunto de comportamientos, facultad de análisis, toma de decisiones, transmisión de información, etc.
Del documento de la AEIJI (Oficina Europea de la Asociación Internacional de Educadores Sociales) que con el título “Plataforma común para los educadores y educadoras sociales en Europa”, señala unas competencias llamadas “competencias centrales”, y que son:
. Competencias relacionales y personales: capacidad profesional para obtener la colaboración de sus destinatarios y del propio entorno socioeducativo.
. Competencias sociales comunicativas: con el objetivo de conseguir la colaboración contractiva de todos los agentes. Gran parte del trabajo de los educadores y educadoras sociales se realiza en coordinación y colaboración con otros profesionales de diferentes disciplinas, por lo que el éxito depende de estas relaciones.
. Competencias organizativas: capacidad para planificar y realizar las actividades y los procesos socioeducativos necesarios en las intervenciones.
. Competencias del sistema: engloba el conjunto de competencias que hacen que los y las profesionales de la educación social actúen bajo condiciones adecuadas de moral, ética y profesionalidad.
. Competencias de aprendizaje y desarrollo: necesidad de adaptarse a las diferentes situaciones, buscando soluciones adecuadas en cada momento.
. Competencias generadas por el ejercicio profesional: que le capacitan para ejecutar y administrar su profesión.
. Competencias teóricas y metodológicas: conocimientos teórico-prácticos, dominar los métodos e instrumentos eficaces, con los que debe familiarizarse y demostrar capacidad de desarrollo para mejorar cada día y enriqueciendo su campo de acción.
. Competencias conductuales: que le permitan regir su propia conducta profesional independiente, con ética y profesionalidad, demostrar una capacidad de interiorización práctica y capacidad para participar en el trabajo en grupo.
. Competencias culturales: conocimiento sobre las diferentes culturas y una capacidad para establecer relaciones con institucionales e interculturales en su propio entorno.
. Competencias creativas: el educador y la educadora social ha de dominar las formas reexpresión y aptitudes en el marco de la creatividad.
Recogido del libro: “Manual del Educador Social, intervenciones en servicios sociales”, de Joseph Vallés Herrero, Editorial Pirámide.
Del documento de la AEIJI (Oficina Europea de la Asociación Internacional de Educadores Sociales) que con el título “Plataforma común para los educadores y educadoras sociales en Europa”, señala unas competencias llamadas “competencias centrales”, y que son:
. Competencias relacionales y personales: capacidad profesional para obtener la colaboración de sus destinatarios y del propio entorno socioeducativo.
. Competencias sociales comunicativas: con el objetivo de conseguir la colaboración contractiva de todos los agentes. Gran parte del trabajo de los educadores y educadoras sociales se realiza en coordinación y colaboración con otros profesionales de diferentes disciplinas, por lo que el éxito depende de estas relaciones.
. Competencias organizativas: capacidad para planificar y realizar las actividades y los procesos socioeducativos necesarios en las intervenciones.
. Competencias del sistema: engloba el conjunto de competencias que hacen que los y las profesionales de la educación social actúen bajo condiciones adecuadas de moral, ética y profesionalidad.
. Competencias de aprendizaje y desarrollo: necesidad de adaptarse a las diferentes situaciones, buscando soluciones adecuadas en cada momento.
. Competencias generadas por el ejercicio profesional: que le capacitan para ejecutar y administrar su profesión.
. Competencias teóricas y metodológicas: conocimientos teórico-prácticos, dominar los métodos e instrumentos eficaces, con los que debe familiarizarse y demostrar capacidad de desarrollo para mejorar cada día y enriqueciendo su campo de acción.
. Competencias conductuales: que le permitan regir su propia conducta profesional independiente, con ética y profesionalidad, demostrar una capacidad de interiorización práctica y capacidad para participar en el trabajo en grupo.
. Competencias culturales: conocimiento sobre las diferentes culturas y una capacidad para establecer relaciones con institucionales e interculturales en su propio entorno.
. Competencias creativas: el educador y la educadora social ha de dominar las formas reexpresión y aptitudes en el marco de la creatividad.
Recogido del libro: “Manual del Educador Social, intervenciones en servicios sociales”, de Joseph Vallés Herrero, Editorial Pirámide.
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