Cuando
alguien llama a tu despacho y se presenta como una estudiante de grado de
Educación Social que quiere hacer las prácticas en un centro de servicios
sociales básicos del medio rural. En ese momento se te pasan muchas cosas por
la cabeza, pero una de ellas, para mí la más importante, es pensar que es
una oportunidad para que esa persona pueda entender y conocer las funciones de
una Educadora Social en los Servicios Sociales de Atención Primaria desde la
práctica.
Yo
soy Educador Sociales, trabajo desde hace más de veinticinco años en un CEAS
(Centro de Acción Social) en el medio rural, son los Servicios Sociales de Base
en Castilla y León. Mi rol es de Animador/Educador Comunitario, además también he
realizado estudios de magisterio. Por eso tengo claro que cuando se tutorizan
unas prácticas de grado de Educación Social se debe partir de esta reflexión:
“la enseñanza no sólo ha de estar basada en conceptos, sino que también en la
trasmisión de destrezas y actitudes que pueden ayudar a consolidar la figura
del Educador y de la Educadora Social.
Los
primeros días de prácticas le informo de lo que es un CEAS, su estructura y
servicios que desarrolla. El paso segundo es ubicarse, dónde estamos, nuestro
territorio de intervención, el equipo, los programas, proyectos y acciones que
desarrollamos, así como las prestaciones sociales que se gestionan.
Para
que una tutorización sea efectiva, realmente se deben tener presente estos tres
aspectos: el cognitivo, el emocional y el activo. Hablamos de cognitivo como la
información que trasmitimos de una manera detallada sobre lo que son los
servicios sociales de base y que funciones tendría un Educador y Educadora
Social en dichos servicios. Lo emocional hace referencia a los derechos
sociales de las personas, grupos y colectivos. Y finalizo con la parte activa
en referencia a tratar de mejorar la calidad de vida de las personas y hacerlas
protagonistas de sus propios cambios y desarrollo.
El
alumnado en prácticas deber ver que el espacio de intervención es una realidad
cambiante y susceptible de transformación. Por ello es necesario hacer hincapié
que las funciones de los Educadores y Educadoras Sociales se desarrollan en
cuatro ámbitos, desde el personal, familiar, grupal y pasando por el comunitario.
Otra
parte importante del tutor de prácticas es plantear las competencias
específicas del Educador y Educadora Social, posibilitando que se pueda hacer
con una reflexión práctica sobre ellas. Para ello hablamos de conocer los
recursos de la zona y ser capaza de empatizar con ellos. Tener una opinión
critica y ser capaz de analizar la realidad. Ser comunicativo y abierto con los
demás. La autoestima del profesional, tener una valoración de uno mismo. Ser
capaz de controlar el estrés y las presiones derivadas del ejercicio
profesional, es decir el autocontrol. Tener un alto conocimiento de nuestro
trabajo como profesionales, ver nuestras limitaciones y consecuencias. Y por
último el ser capaz de trabajar en equipos multidisciplinares, de una manera
colaborativa y cooperativa.
Al
final ayudaremos a la persona en prácticas a que tenga una visión clarificadora
de lo que es nuestra profesión y que las finalice con una alta dosis de
motivación para sentirse, en este caso, una futura Educadora Social.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo
recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
Benjamín Franklin.
Samuel N.P.
2 comentarios:
Una lotería y un autentico placer aprender todos los detalles de esta profesión de la mano de un gran profesional y una gran persona como tú.
Muchas gracias Marta, yo también aprendí mucho. Serás una buena Educadora Social.
Publicar un comentario