“Berta
Cáceres, de Honduras, fue asesinada el día 3 de marzo de 2016, por ser mujer,
defensora de los Derechos Humanos,
ecologista y activista a favor de la población indígena”. Así terminaba un
audiovisual preparado con motivo del 8 de marzo, día internacional de la mujer, por el CEAS (Centro de Acción
Social) de la zona de acción social de Arganza, Cacabelos, Camponaraya,
Carracedelo y Toral de los Vados, servicios sociales básicos en el medio rural
de la Diputación de León.
Malala
Yousafzai, de Pakistán, premio Nobel de la Paz, fue tiroteada el 9 de octubre,
con quince años, mientras volvía a casa de la escuela en autobús, lo hicieron
por ser una defensora del derecho a la educación de todas las niñas.
La
Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada el 10 de diciembre de
1948, en su artículo 1º nos dice que “todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. A partir de
esta Declaración surgen numerosos movimientos sociales preocupados en que se
cumplan todos los artículos establecidos en el documento y vigilando la no
discriminación de la mujer en relación a los Derechos Humanos.
La
historia nos recuerda que no todo ha sido ni es tan fácil, los principios sobre
igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad, en relación a la mujeres
necesita de un largo camino y de una lucha importante a través de los diferentes movimientos sociales.
Desde
que Olympe de Gouges, en 1791, proclamó la Declaración de los Derechos de la
Mujer y la Ciudadanía, pasando por la propia Declaración Universal de los
Derechos Humanos, en 1948, la Declaración en la Asamblea General de la ONU de
la eliminación de toda discriminación contra las mujeres, 1967, la aprobación
por parte de la ONU del Año Internacional de la Mujer, 1975, la Conferencia
Mundial sobre la Mujer de Beijing, 1995, hasta llegar a la situación actual
marcada por la continua discriminación que siguen sufriendo las mujeres, ya sea
institucionalizada por ley o en la práctica, incluso en países con leyes que
garantizan la igualdad.
Ya
se ha dicho anteriormente la importancia que han tenido los movimientos sociales, especialmente el feminista, en la lucha por el reconocimiento de los derechos de
las mujeres. También quiero destacar la labor de UNICEF y la ONG “Save The
Children” en la defensa activa de los derechos de las niñas, de “ONU Mujeres”,
entidad de las Naciones Unida, creada en el 2010 para la Igualdad de Género y
el Empoderamiento de las mujeres, y no nos podemos olvidad de la ONG Amnistía
Internacional “Mujeres y niñas”.
La
violencia contra las mujeres y las niñas, la trata como explotación sexual, el
trabajo infantil, la violación de los derechos reproductivos, las niñas
soldados, la falta de garantías en la salud, la pobreza, el hambre, las
desigualdades de género, la no participación en la vida pública y política, la
falta de libertad de expresión, .., son algunas situaciones que van en contra
del cumplimiento de los derechos humanos y que afectan a millones de mujeres y
niñas, sobre todo de clases más desfavorecidas y frágiles.
Pero
que papel juega la Educación Social en este tema, pues mucho e importante, yo
diría que primordial. Permite trabajar a los Educadores y Educadoras Sociales
sobre un catálogo de derechos y valores que deben regir la convivencia dentro
de una comunidad. Existe una verdadera conexión entre Educación Social y
Educación en Derechos Humanos, viene dada en desarrollar personas con derechos
y deberes, que se respeto la dignidad humana, conseguir una convivencia
pacífica y solidaria, y hacerlo en libertad e igualdad.
Educación Social, Derechos Humanos y
Mujer, es un tema trasversal,
aplicándose en un contexto escolar formal, pero también se interviene desde la educación informar
y no formal.
Samuel N.P.
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