Sensibilizar a la población sobre la situación de las personas con alguna discapacidad, es lo que ha llevado a Anonio Donís y Antonio Morán, “los Antonios”, ha introducir una sección de cortos sobre este tema en el festival de Cine de Ponferrada. Son ocho ediciones, ocho años desde que se puso en marcha este proyecto de la mano de la asociación “mi retina me engaña”. Es que “los Antonios”, creen en lo que hacen, si no fuera así, que pintan organizando un festival que bastantes dolores de cabeza les dará para poder sacarlo adelante.
Ayer pasamos por el concurso de cortos sobre discapacidad, llegamos tarde, como siempre, es que en Ponferrada no hay quien encuentre un lugar para aparcar, y menos a las siete de la tarde, sobre todo para los que vivimos en los pueblos de los alrededores. Me tocó entrar a la sala a oscuras e ir palpando las butacas hasta encontrar una sin ocupar. Bueno tampoco me perdí tanto, tan sólo la mitad del primer corto.
Ha sido una hora de proyección, cinco cortos a concurso, la verdad que no entiendo mucho de cine, un corto te gusta o te disgusta, te mantiene atento o te aburre, te hace pensar o se pasa de largo, te llega el mensaje o estás deseando que termine, y eso que son cortos. Pero es que los cortos sobre discapacidad tienen algo que te envuelve. Así vimos “todo es Maybe”, “el caballero de la voz ronca”, "¿y ahora?", “Paquito” y “el marinero ciego y las sirenas”. El corto más largo de 20 minutos y al más corto de 2 minutos. Me pregunto como se puede desarrollar en tan escaso tiempo toda una historia que nos deja en vías de alucinar y que te introduce en un mundo que apenas conocemos. Y la verdad es que sientes que las barreras las tenemos en el cerebro.
Al finalizar las proyecciones, las personas asistentes, votamos, yo lo hice para “Paquito”, tal vez lo vote por el suspense, o por el final que no esperaba.
Samuel N.P.
Ayer pasamos por el concurso de cortos sobre discapacidad, llegamos tarde, como siempre, es que en Ponferrada no hay quien encuentre un lugar para aparcar, y menos a las siete de la tarde, sobre todo para los que vivimos en los pueblos de los alrededores. Me tocó entrar a la sala a oscuras e ir palpando las butacas hasta encontrar una sin ocupar. Bueno tampoco me perdí tanto, tan sólo la mitad del primer corto.
Ha sido una hora de proyección, cinco cortos a concurso, la verdad que no entiendo mucho de cine, un corto te gusta o te disgusta, te mantiene atento o te aburre, te hace pensar o se pasa de largo, te llega el mensaje o estás deseando que termine, y eso que son cortos. Pero es que los cortos sobre discapacidad tienen algo que te envuelve. Así vimos “todo es Maybe”, “el caballero de la voz ronca”, "¿y ahora?", “Paquito” y “el marinero ciego y las sirenas”. El corto más largo de 20 minutos y al más corto de 2 minutos. Me pregunto como se puede desarrollar en tan escaso tiempo toda una historia que nos deja en vías de alucinar y que te introduce en un mundo que apenas conocemos. Y la verdad es que sientes que las barreras las tenemos en el cerebro.
Al finalizar las proyecciones, las personas asistentes, votamos, yo lo hice para “Paquito”, tal vez lo vote por el suspense, o por el final que no esperaba.
Samuel N.P.
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