La observación es la acción y efecto de observar. Se trata de una
actividad realizada por los seres vivos para detectar y asimilar información. El término también puede referirse a cualquier dato recogido
durante esta actividad. La observación, como técnica de investigación, consiste
en "ver" y "oír" los hechos y fenómenos que queremos
estudiar, y se utiliza fundamentalmente para conocer conductas y comportamientos colectivos.
Podemos decir que la observación en intervención social es
una técnica científica para lograr el alcance del conocimiento objetivo, ya que
tiene un carácter intencional, a diferencia de otros procesos observacionales
espontáneos.
La observación puede ser de varios tipos según el grado de de sistematización
que se dé en la propia planificación de la misma, también teniendo en cuenta la
implicación del observador.
De esta forma podemos hablar de observación no sistematizada, ya que
carece de una planificación previa, a diferencia de la sistematizada que se desarrolla a través de un proceso en el que el
observador ya conoce de antemano que aspectos son prioritarios en la propia
observación.
Sobre la implicación del
observador nos encontramos con la observación
participante en la cual forma parte de una manera integra de la vida del
grupo. También está el observador participante en que el grupo conoce su
función.
La observación no participante es aquella que se recoge la información
sin que se desarrolle ninguna interacción con los sujetos de su estudio.
Para que la observación nos pueda
servir como forma de aplicación al proceso de una intervención social, es
necesario registrar la información.
El sistema de registro que se emplea normalmente es el diario, las notas de
campo y las anotaciones de incidentes críticos (hechos que se repiten,
comportamientos atípicos, incidentes positivos/negativos, etc,).
En mi propia experiencia de aplicación de la observación en diversas
intervenciones grupales, puedo destacar la que se ha desarrollado dentro de un
proyecto grupal con perceptores de la renta garantizada de ciudadanía. Se ha
utilizado la observación participante en la que el grupo conoce al propio
observador y también la tarea que va a desarrollar. Como registro de datos se ha utilizado el
cuaderno de campo. Esto ha permitido ver el grado de atención, quienes son las
personas que intervienen asiduamente, las posturas corporales, la implicación
en el desarrollo de tareas, el compromiso con el pequeño grupos, etc. En
realidad podemos conseguir un conjunto de datos desde la observación grupal que
nos pueden servir para aplicar nuevos contenidos a desarrollar y plantear
acciones de mejora del propio grupo, incluso intervenciones individuales con
los y las participante.
La observación es un objetivo que hay que conseguir o una aptitud que
hay que desarrollar: aprender a observar y desarrollar el sentido de la
observación.
Samuel N.P.
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