domingo, 22 de diciembre de 2013

Vuelve "Plácido"


El gran director Luís García Berlanga, realiza en el año 1961 la película “Plácido”, una de la principales comedias del cine y una de las grandes obras de la filmografía española. En esta película, Berlanga, a través de un humor negro y esperpéntico, utiliza en “Plácido” divertidas situaciones navideñas para satirizar el hipócrita slogan de la época “ponga un pobre en su mesa”. Pero la situación que expone Berlanga en esta película no ha quedado sola en el tiempo, parece que cada Navidad se repite.
Todos estos días con ambiente navideño, la ONG “Cáritas”, publica el número de familias que en el 2013 han recibido alimentos, parece ser que ha duplicado las ayudas del 2012. Se dice que una de cada cuatro personas en España está en situación de riesgo de exclusión social, que viven con ingresos menores de 423€ al mes, y un alto porcentaje de hogares vive en lo que se llama “pobrezas severa”, que no es para menos, ya que no se puede sacar adelante una familias con estos ingresos. A estos datos de “Cáritas” hay que añadir las conclusiones sobre que el riesgo de pobreza tiene la palabra género, es decir la sufren en mayor número las mujeres. 
Seguimos con noticias, y es el momento en que los cargos públicos se pasean por los comedores sociales y se dejan fotografiar con las personas que acuden a ellos, una imagen al menos hipócrita e indignante. Y el Papa habla de que no hay derecho a que la gente pase hambre, mientras tanto la iglesia está llena de tesoros.
En estos días muchas personas famosas organizan diversos eventos a favor de las personas pobres, así podemos ver partidos de fútbol en que jugadores con contratos millonarios dan unas pataditas al balón para recaudar fondos con que cubrir las necesidades de muchas familias. Actos que me parecen bien, ya que pueden sensibilizar y concienciar a la población sobre la situación actual. Lo que no encuentro relación es que después de este tipo de situaciones, nos muestren a los famosos y famosas en grandes fiestas de lujo, comiendo, bebiendo, y muchas veces olvidándose de que ellos y ellas son también una referencia a imitar.
Y yo que pensaba que la palabra “pobre” ya no estaba en el diccionario, que la prosperidad de esta última época había aniquilado a este colectivo, que el Estado de Bienestar nos incluía a todos y a todas por igual. Que todo lo relacionado con la pobreza se situaba en el pasado, aparcado en las estanterías de las bibliotecas, que la caridad ya no estaba en la lista de la compra.
Ya veo que de nada o de poco ha servido que el año 2010, la Comunidad Europea lo dedicara a luchar contra la pobreza y la exclusión social o al menos poco se ha visto, desde ese año, si quitamos varios anuncios televisivos, por cierto muy buenos técnicamente, miles de carteles y dípticos, también muy creativos, y algún acto de buena fe.
No será mejor dejar la palabra “pobre” para la historia, y comenzar hablar de familias con pocos recursos, en situaciones difíciles, que necesitan apoyo, con las que hay que hacer una planificación a corto, medio y largo plazo, con las que hay que volcarse, darles todos los medios que necesiten, potenciar sus capacidades, primero para que pueden tener lo básico para vivir, evitando cualquier situación de exclusión social a la que pueden estar sometidas, con el fin de poder desarrollarse con toda libertad en su ambiente personal, familiar, laboral y comunitario.  
Todo esto está bien, pero si se habla de “pobres” es que hay “ricos”, y eso no se publica en ningún estudio, al menos en estas fechas.
Samuel N.P.  

lunes, 9 de diciembre de 2013

Cuando Nelson Mandela nos animó a seguir luchando por la dignidad y el reconocimiento del Pueblo Gitano


Aquella mañana de Junio de 1990 se respiraba un aire diferente en Estrasburgo. Yo me atrevería a decir que incluso una luz especial iluminaba aquella tierra alsaciana que fue testigo de las guerras mundiales más sangrientas ocasionadas por hombres que creyéndose dioses condenaron al exterminio a quienes consideraron seres inferiores.              
Nelson Mandela acababa de salir de la cárcel donde había permanecido durante 27 largos años. Su delito no fue otro que el de defender a su pueblo contra el racismo y el sufrimiento al que los blancos gobernantes de Sudáfrica habían sometido a la mayoría negra del país. El Parlamento Europeo había creado en 1988 el premio Sajarov y lo concedió al prisionero Nelson Mandela que, obviamente, no pudo acudir a recogerlo porque estaba en la cárcel de Robben Island. Fue el presidente del Parlamento, el español Enrique Barón, quien invitó a Mandela a acudir a Estrasburgo para que todos los Diputados pudiésemos rendirle el homenaje que tanto se merecía.
Había nerviosismo en la sede del Parlamento porque algunos diputados, especialmente los más significados racistas, no estaban conformes con esa visita. Se extremaron las medidas de seguridad en torno a la persona del invitado que siempre estuvo acompañado de las principales autoridades parlamentarias.
Desde aquí quiero agradecer al Presidente del Parlamento Europeo, Enrique Barón, que además es mi amigo, que me diera instrucciones precisas para que me situara en el lugar adecuado que le permitiera a él presentarme a Nelson Mandela y hacerle conocedor de nuestra lucha por defender la causa de la comunidad gitana. Efectivamente, unos metros antes de la entrada de nuestro ilustre invitado en el Salón de Plenos de la Cámara, el Presidente Barón me hizo un gesto para que me acercara y me presentó a Mandela con estas palabras:
--Señor Mandela le presento a Juan de Dios Ramírez-Heredia, que es Diputado español, el único que pertenece a la comunidad gitana y que tanto en el Parlamento español, al que antes pertenecía, como ahora aquí en el Parlamento Europeo, lucha contra el racismo que padece su gente y se esfuerza por defender los derechos humanos de su comunidad.
Mandela me obsequió con una sonrisa de simpatía y se interesó por la causa de la comunidad gitana que, sorprendentemente para mi, no le era desconocida. Finalmente, mientras me estrechaba la mano con una fuerza cálida que a mi me pareció como una bendición celestial, me dijo:
--Siga usted luchando por defender esos ideales porque al final la victoria le acompañará.
Hoy, al recordar al héroe, al Premio Nóbel de la Paz, a la figura que junto a Gandhi y Martín Luther King mejor encarna la difícil lucha contra el racismo, en estos momentos en que los racistas nos persiguen en Francia, en Italia y últimamente en el Reino Unido. Ahora que nos matan en Grecia,  en Hungría, en Eslovaquia y en tantos otros lugares, las palabras de Madiba, ─título de honor que le otorgaron los ancianos de su comunidad─ representan el mejor estímulo en nuestros afanes por lograr una sociedad donde el racismo no tenga cabida.
Los gitanos de todo el mundo seguiremos su ejemplo porque, como él dijo con tanto acierto: “La mayor gloria no es caer, sino levantarse siempre”.
Juan de Dios Ramírez-Heredia.
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romani española
Vicepresidente de Unión Romani Internacional

domingo, 1 de diciembre de 2013

¿Es sexista el WhatsAppa?


El WhatsAppa es una aplicación de mensajería que permite enviar y recibir mensajes mediante Internet, muy utilizado en la telefonía móvil.  Además de aprovechar la mensajería básica, usuarios y usuarias  pueden crear grupos y enviar entre ellos un número ilimitado de imágenes, videos y mensajes de audio.
El sexismo es la discriminación sexual o discriminación de género, también hace referencia a las actitudes que promueven estereotipos de roles sociales establecidos en diferencias sexuales. Unas actitudes sexistas que se sostienen en creencias y estereotipos tradicionales sobre los distintos roles de género.
El WhatsAppa no es sexista, es una herramienta que por si misma no crea nada. Pero si es verdad que el uso de esta aplicación puede reproducir el sexismo y fomentar la violencia de género.
Por el WhatsAppa llega y circula mucha información, con posibilidades de intromisión en cualquier momento, es necesario utilizar la cabeza y no perder los límites de las redes sociales, para ello debemos gestionar y personalizar nuestra privacidad.
Una de las discriminaciones más directas que circulan por el WhatsAppa son las imágenes y videos que de una forma u otra atentan contra los derechos de la mujer, y no favorecen en nada la igualdad de trato entre los dos sexos.
Si todo esto ocurre en las redes sociales, no se trata de que estemos yendo hacia atrás, es que no se ha cambiado.
Un estudio de investigación realizado por la Universidad Complutense nos dice que el 25% de las chicas son vigiladas por su novio o ex novio a través de estas redes sociales y que se utilizan para acosar. En realidad el sexismo y los estereotipos de género perviven entre este colectivo.
Es necesario desarrollar una gran labor desde la Educación Social, poner en marcha programas, proyectos, acciones, actividades, etc, que nos acerquen a la realidad de las personas y ser capaces de generar cambios positivos, utilizando las nuevas tecnologías, entre ellas el WhatsAppa.
Samuel N.P. 

Día Internacional de la lucha contra el SIDA, 1 de diciembre