La UNESCO define la Educación Inclusiva en su documento
conceptual así: ¨ La inclusión se ve como el proceso de identificar y responder a la
diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor
participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo
la exclusión en la educación. Involucra cambios y modificaciones en contenidos,
aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a
todos los niño/as del rango de edad apropiado y la convicción de que es la
responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niño/as ¨.
Inclusión
significa posibilitar a
todos los estudiantes a participar de lleno en la vida y el trabajo dentro de
las comunidades, sin importar sus necesidades. Es el proceso de mayor
participación de los estudiantes en el colegio y la reducción de la exclusión
de las culturas, el currículo y la comunidad de los colegios locales.
La Educación Inclusiva
significa que todos los niño/as y jóvenes, con y sin discapacidad o
dificultades, aprenden juntos en las diversas instituciones educativas
regulares (preescolar, colegio/escuela, post secundaria y universidades) con un
área de soportes apropiada.
La Escuela Inclusiva
es aquella que atiende a cualquier alumno y alumna cuyas diferencias puedan
dificultar su proceso de aprendizaje. La escuela inclusiva no enfoca la
enseñanza, en la práctica, hacia quienes llegarán al final a los niveles
académicos de más prestigio. Es decir, la enseñanza que imparte no es
selectiva, no deja por el camino a aquel alumnado que no alcanzan los objetivos
de cada nivel.
En la escuela inclusiva todo el alumnado tiene
igual valor y el mismo derecho que sus compañeros y compañeras.
Este tipo de
Escuela Inclusiva presenta unos rasgos característicos:
-
Fomenta la
participación.
Ayuda al alumnado a aprender a desenvolverse como parte de la ciudadanía en una
sociedad democrática.
-
Incluye a
todos y a todas. Todo el alumnado aprenden juntos, sin importar la cultura, la etnia,
el lenguaje, la capacidad o el género.
-
Diferencia la
enseñanza y el currículum. El alumnado comparte las mismas experiencias educativas, pero los
objetivos de aprendizaje son individuales.
-
Promueve la
enseñanza y el trabajo colaborativo y cooperativo.
-
Aprovecha los
recursos de la comunidad y esta integrada en ésta. La comunidad es fuente de
recursos y apoyo para el alumnado, las familias y el profesorado.
-
Establece
fuertes vínculos con la familia y la comunidad.
Educadoras y Educadores Sociales son
claves en la Escuela Inclusiva, son profesionales que por su formación se
convierten en activistas de los derechos del alumnado, están preparados para
crear vínculos entre la comunidad y la escuela, desarrollan prácticas no
discriminatorias ni excluyentes, fomentan la participación, son capaces de
trasmitir nuevos valores para poder entender la diferencia y desarrollan una
intervención para lograr una enseñanza de calidad e igualdad.
Bibliografía:
Libro “Pedagogía diferencial y atención a la
diversidad”, de Carmen Jiménez Fernández y Mª Ángeles González Galán. Editorial
UNED.
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