Según
la Wikipedia, la cara oculta de la Luna es el hemisferio de la Luna no
observable desde la Tierra. Eso ocurre debido a que la Luna tarda en rotar
sobre sí misma lo mismo que su movimiento de traslación alrededor de la Tierra,
lo que provoca que el satélite le presente siempre la misma cara. Se suele
llamar a esta parte de la luna su “Lado Oscuro” pero esto es incorrecto ya que
no hay ninguna sección de la Luna que no reciba luz solar.
En
1973 el grupo de música Pink Floyd saca un LP con el título “The Dark Side Of The Moon” que
traducido al castellano es “El lado oscuro de la Luna”. Las canciones de este
disco manifiestan diversos impulsos opuestos, luz y oscuridad, el éxito y el
fracaso, la vida y la muerte, etc, La portada en negro, un prisma al que
atraviese un rayo de luz blanca y se desdobla en multitud de colores.
En
el año 2014 el director Guillermo Jiménez presentó el documental “La cara
oculta de la luna”, cuyo contenido es reflejar la situación de las personas
encarceladas.
Así
podemos seguir hablando de “La cara
oculta de la luna” desde diversos espacios, pero cuando lo relacionamos con
la Educación Social, dónde está esa cara oculta. Si la Educación Social fuese
un satélite como la luna y que girase alrededor de la tierra, veríamos, eso,
sólo la palabra Educación Social. Pero si la Educación Social gira más
deprisa, podemos hacer visible aquellas personas, profesionales que
desarrollan su trabajo desde una perspectiva de intervención socioeducativa con
diferentes colectivos, menores, jóvenes, minorías étnicas, mayores,
inmigrantes, etc.
El
Educador y la Educadora Social deben buscar la luz y olvidar la cara oculta, es
necesario estar presentes en los momentos necesarios. Podemos decir que una de
nuestras funciones profesionales y que está dentro de nuestro campo de
responsabilidad es el de brillar en las instituciones o marco de acción en
los que nos podemos mover.
Samuel N.P.