
«Se trata de sensibilizar a los más pequeños, que luego son los que nos sensibilizan a los mayores, que buena falta nos hace», aseguraba ayer Riesco después de provocar el jolgorio entre los alumnos de Primaria reunidos en el patio de recreo.
El asunto no es ningún juego y los escolares pudieron comprobar ayer la impotencia que puede llegar a sentir una persona ciega, sorda, o limitada por unas muletas. El alcalde está convencido de que la mentalidad y la propia ciudad de Ponferrada está cambiando -”cada vez se respetan más los rebajes de los bordillos a la hora de aparcar-” a pesar de que todavía cuente con una serie de edificios antiguos que suponen un obstáculo para los discapacitados. Los talleres concluirá mañana jueves en el colegio Campo de los Judíos.
Noticia: Diario de León, 27 de mayo de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario