La Fundación Nobel ya ha incluido a la Fundación Vicente Ferrer entre los aspirantes al próximo premio Nobel de la Paz. Recibió la candidatura hace algunas horas y ahora queda por delante un largo camino de 10 meses para demostrar al jurado que la obra de este organismo merece el reconocimiento. Así nos lo cuenta Miguel Ángel Sánchez Alemany, un auditor financiero de 45 años que creó el grupo en Facebook del que partió la iniciativa. Más de 5.000 personas se han unido a él y muchas más han expresado su apoyo a la causa a través de una aplicación de la plataforma, hasta alcanzar superar la cifra de 65.000.Alemany puso en marcha este grupo para "reconocer la labor de desarrollo de las clases más desfavorecidas (los sin casta) ejecutada por Vicente Ferrer en el estado de Anantapur (India)". El ex jesuita falleció el pasado 19 de junio, tras 40 años de proyectos solidarios que "han transformado un lugar casi desértico en el espacio con mayor desarrollo potencial de todo su entorno", dice el impulsor de la iniciativa. Ésta ha derivado en una plataforma independiente ciudadana que será la que se ocupe de coordinar las acciones encaminadas a apoyar la candidatura de la fundación. Para ello también se ha creado una página.Hasta el 29 de octubre será posible adherirse a la causa, a la que ya se han sumado diferentes colectivos e instituciones. Si finalmente la Fundación Vicente Ferrer fuera galardonada, sería la primera vez en la historia que una iniciativa popular surgida de una red social consigue un reconocimiento semejante.
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