Una de las apuestas más innovadoras y originales de la Junta de Castilla y León para potenciar el Camino de Santiago con motivo de la celebración en 2010 del Año Santo Jacobeo es la adecuación de un pequeño tramo de la ruta a las exigencias de accesibilidad de las personas con capacidad limitada, fundamentalmente, aunque no sólo, con problemas de visión reducida.En ese sentido, y a modo casi de experimento, la Junta, a través de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León ha adjudicado ya una obra destinada a convertir en accesible a este tipo de personas con discapacidaad de un tramo del Camino que partirá de la Cruz de Ferro, monumento que da entrada a la comarca del Bierzo y que desciende hacia los municipios de Molinaseca y de Ponferrada. El presupuesto total de esta obra, que engloba a otra serie de trabajos en el Camino a su paso por León, consistentes en realización de plantaciones de árboles, construcción de áreas de descanso y de naves con boxes para caballos, asciende a casi un millón de euros (939.291 euros). Dentro del conjunto de actuaciones proyectadas figura la construcción en el entorno de la Cruz de Ferro de un pequeño aparcamiento para discapacitados.Asimismo, se actuará sobre dos tramos de la ruta, uno de 100 metros y otro de 150 metros en los que la pendiente actual es del 8%, excesiva para la manejabilidad de sillas de ruedas y otro tipo de transportes de personas con discapacidad. Se pretende corregir la pendiente hasta dejarla en el 6%, que los técnicos estiman como más adecuada al tránsito de estos vehículos, así como la colocación de bordillos delimitadores en los laterales de la senda.Finalmente, para que las personas con discapacidad visuales identifiquenlos diferentes puntos de descanso de la ruta, se llevará a cabo la colocación de una traviesa de madera transversal al Camino. El resultado final será un tramo adaptado con una longitud de 980 metros, muy modesta en principio, teniendo en cuenta que el Camino de Santiago tiene en todo su recorrido más de 800 kilómetros, de los cuales la mitad discurren por tierras de Castilla y León y más de 200 por la provincia leonesa. Sin embargo, esto es sólo un experimento, una primera aproximación a un fenómeno insospechado hace tan solo unos pocos años y que consiste en que el Camino de Santiago no sólo es Patrimonio de la Humanidad, sino una senda de transmisión de cultura y de sensibilidades, que no se puede quedar al margen de los avances sociales en materia de solidaridad, de accesibilidad y de comunicaciones.Es precisamente en ese sentido en el que la iniciativa de la Fundación del Patrimonio Natural y de la Junta de Castilla y León es digna de ser destacada, y el hecho de que el primer tramo del Camino de Santiago accesible para discapacitados en Castilla y León esté ubicado precisamente en la comarca del Bierzo también debe ser motivo de orgullo y satisfacción para esta comarca.Aún queda una labor ingente por hacer, puesto que el Camino de Santiago tiene numerosos puntos negros y cruces muy peligrosos con varias carreteras en la Comunidad, en la provincia y en el Bierzo, pero por algo se empieza. Tal vez no sea descabellado pensar que en el próximo Año Jacobeo, en 2021, toda o gran parte de la Ruta Jacobea esté adaptada a las personas con discapacidad.
Noticia: La Crónica, 1 de febrero de 2010
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