Queridos amigos, queridos hermanos y hermanas:
El día 8 de abril se ha consagrado en todo el mundo como el DIA INTERNACIONAL DEL PUEBLO GITANO. Esta es, sin duda, una fecha importantísima para todos nosotros. Fue precisamente en esa fecha del año 1971 cuando muchos gitanos que entonces éramos muy jóvenes, tomamos conciencia de que pertenecíamos a un pueblo que tenía una historia común, una cultura común, unas tradiciones comunes y una lengua común. Me atrevo a decir que aquel día empezó la regeneración de nuestro pueblo. El 8 de abril de 1971 se empezó a escribir la historia moderna de nuestra comunidad.
Quienes tuvimos la inmensa suerte de participar en aquel Congreso somos testigos excepcionales del resurgir de un pueblo humilde y martirizado que jamás doblegó la cabeza ante las adversidades y que prefirió, en todas partes, en todos los países, en todas las latitudes del universo vivir en la pobreza y en la marginación antes que dejar de ser gitanos.
El día 8 de abril se cumplen ¡CUARENTA AÑOS! desde que un grupo de gitanos y gitanas procedentes de 25 países nos dimos cita en Londres sin tener conciencia, posiblemente, de que en aquel momento la providencia quiso que empezásemos a escribir una de las páginas más importantes y esperanzadoras de nuestro pueblo.
Desde aquel entrañable recuerdo y consciente de que algunos de los gitanos y gitanas que nos reunimos en Londres ya no están entre nosotros, me permito hacer una llamada a quienes hoy, gitanos y gitanas de todo el mundo, ejercen alguna forma de liderazgo en nuestra comunidad. El 8 de abril de 2011 debe revestir una solemnidad excepcional. El 8 de abril de 2011 debe ser un día especial para todos nosotros, para todos los gitanos y gitanas del mundo. Ese día la sociedad en la que vivimos, las ciudades en las que habitamos, deben saber que los gitanos y gitanas celebramos nuestro día. Ese día debemos conseguir que la bandera gitana, azul y verde, como símbolo de las posesiones de un pueblo que se considera ciudadano del mundo y que tiene por techo el azul del cielo y por suelo el verde de los campos, celebra su día internacional.
Al mismo tiempo me atrevo a proponer que el día 8 de abril de 2011 se celebre en Londres un acto especial que debería adquirir dimensión universal. Ese día no debería pasar desapercibido para los ciudadanos del Reino Unido que tuvieron el honor de darnos acogida para iniciar desde allí la andadura de nuestro futuro. Alguien debería encargarse de este encuentro. No se quien, pero alguien debería hacerlo. El día 8 de abril de 2011 deberíamos concentrarnos en Londres gitanos y gitanas de todo el mundo. Y volver, si es posible al escenario donde hace cuarenta años unos cuantos gitanos y gitanas soñadores vislumbrábamos un futuro de respeto y de dignidad para nuestros hijos e hijas.
Me permito hacer este llamamiento desde la humildad de reconocernos como la comunidad gitana más separada del conjunto de nuestros hermanos que viven en la Europa Central y del Este y de nuestros hermanos de las dos Américas. Nosotros, gitanos y gitanas que hemos sufrido todo tipo de persecuciones en el pasado hasta el extremo de hacernos perder nuestra lengua, el romanó, perseguida de forma violenta por los gobernantes del pasado, reclamamos de las autoridades de la UNION EUROPEA, del CONSEJO DE EUROPA, de las NACIONES UNIDAS que hagan suyo este llamamiento y nos ofrezcan a los gitanos y gitanas del mundo la posibilidad de celebrar con ilusión y con esperanza una fecha que todos los gitanos y gitanas llevamos ya grabada en nuestro corazón.
Alguien debería acoger este llamamiento.
Barcelona, 26 de enero de 2011
Juan de Dios Ramírez-Heredia
Presidente de la Unión Romani de España
El día 8 de abril se ha consagrado en todo el mundo como el DIA INTERNACIONAL DEL PUEBLO GITANO. Esta es, sin duda, una fecha importantísima para todos nosotros. Fue precisamente en esa fecha del año 1971 cuando muchos gitanos que entonces éramos muy jóvenes, tomamos conciencia de que pertenecíamos a un pueblo que tenía una historia común, una cultura común, unas tradiciones comunes y una lengua común. Me atrevo a decir que aquel día empezó la regeneración de nuestro pueblo. El 8 de abril de 1971 se empezó a escribir la historia moderna de nuestra comunidad.
Quienes tuvimos la inmensa suerte de participar en aquel Congreso somos testigos excepcionales del resurgir de un pueblo humilde y martirizado que jamás doblegó la cabeza ante las adversidades y que prefirió, en todas partes, en todos los países, en todas las latitudes del universo vivir en la pobreza y en la marginación antes que dejar de ser gitanos.
El día 8 de abril se cumplen ¡CUARENTA AÑOS! desde que un grupo de gitanos y gitanas procedentes de 25 países nos dimos cita en Londres sin tener conciencia, posiblemente, de que en aquel momento la providencia quiso que empezásemos a escribir una de las páginas más importantes y esperanzadoras de nuestro pueblo.
Desde aquel entrañable recuerdo y consciente de que algunos de los gitanos y gitanas que nos reunimos en Londres ya no están entre nosotros, me permito hacer una llamada a quienes hoy, gitanos y gitanas de todo el mundo, ejercen alguna forma de liderazgo en nuestra comunidad. El 8 de abril de 2011 debe revestir una solemnidad excepcional. El 8 de abril de 2011 debe ser un día especial para todos nosotros, para todos los gitanos y gitanas del mundo. Ese día la sociedad en la que vivimos, las ciudades en las que habitamos, deben saber que los gitanos y gitanas celebramos nuestro día. Ese día debemos conseguir que la bandera gitana, azul y verde, como símbolo de las posesiones de un pueblo que se considera ciudadano del mundo y que tiene por techo el azul del cielo y por suelo el verde de los campos, celebra su día internacional.
Al mismo tiempo me atrevo a proponer que el día 8 de abril de 2011 se celebre en Londres un acto especial que debería adquirir dimensión universal. Ese día no debería pasar desapercibido para los ciudadanos del Reino Unido que tuvieron el honor de darnos acogida para iniciar desde allí la andadura de nuestro futuro. Alguien debería encargarse de este encuentro. No se quien, pero alguien debería hacerlo. El día 8 de abril de 2011 deberíamos concentrarnos en Londres gitanos y gitanas de todo el mundo. Y volver, si es posible al escenario donde hace cuarenta años unos cuantos gitanos y gitanas soñadores vislumbrábamos un futuro de respeto y de dignidad para nuestros hijos e hijas.
Me permito hacer este llamamiento desde la humildad de reconocernos como la comunidad gitana más separada del conjunto de nuestros hermanos que viven en la Europa Central y del Este y de nuestros hermanos de las dos Américas. Nosotros, gitanos y gitanas que hemos sufrido todo tipo de persecuciones en el pasado hasta el extremo de hacernos perder nuestra lengua, el romanó, perseguida de forma violenta por los gobernantes del pasado, reclamamos de las autoridades de la UNION EUROPEA, del CONSEJO DE EUROPA, de las NACIONES UNIDAS que hagan suyo este llamamiento y nos ofrezcan a los gitanos y gitanas del mundo la posibilidad de celebrar con ilusión y con esperanza una fecha que todos los gitanos y gitanas llevamos ya grabada en nuestro corazón.
Alguien debería acoger este llamamiento.
Barcelona, 26 de enero de 2011
Juan de Dios Ramírez-Heredia
Presidente de la Unión Romani de España
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