La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su 49 Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución en la que se declara que la violencia es un problema de salud pública fundamental y creciente en todo el mundo. El informe mundial sobre la violencia y la salud deja claro que es posible prevenir la violencia y disminuir sus efectos. Los talleres de prevención de conductas violentas de Cruz Roja llevan varias años reforzando los programas de actuación de los institutos de León, que el año pasado llegaron 715 alumnos. Actualmente, los cursos en León capital llegan a doscientos alumnos de entre trece y diecisiete años de los institutos de enseñanza secundaria Juan del Enzina, Antonio García Bellido y Lancia. Cruz Roja espera alcanzar a final de año la misma cifra de alumnos que el año pasado, con la incorporación de otros institutos de la provincia.Las mayores carencias que tienen los jóvenes leoneses son las habilidades sociales, sobre todo a la hora de comunicarse. Los responsables de Cruz Roja han comprobado en las aulas que chicos y chicas adoptan, de entrada, una actitud defensiva y comienzan sus intervenciones con violencia verbal, posicionamiento que cambia a medida que avanza el programa. Esta modificación de la conducta con una instrucción adecuada hace que los monitores de Cruz Roja afirmen que los jóvenes adoptan una actitud que nada tiene que ver con su comportamiento real sino que es una «pose».
Machismo
La prevención de la violencia machista es uno de los objetivos de los programas de Cruz Roja, que aún presencia en las aulas actitudes y comentarios en contra de la igualdad entre los hombres y las mujeres. «Tienen bastante información, pero, sobre todo los chicos, en lo cotidiano les cuesta asumirlo», aseguran lo monitores. Son las jóvenes las que se plantan ante ciertas actitudes, «contestan y razonan más, no se callan».
Cruz Roja lleva más de veinte años interviniendo y trabajando con los jóvenes, profundizando en conceptos como violencia, el papel de los medios de comunicación, la autoestima, la asertividad, la empatía, la escucha activa y la prevención de hábitos de vida saludable. El objetivo de los talleres es fomentar actitudes positivas para la prevención de conductas violentas a través de la sensibilización, la concienciación y el debate crítico, fortaleciendo los valores positivos como el respeto y la tolerancia entre los jóvenes, facilitándoles herramientas para la adquisición de habilidades sociales, comunicativas y en la resolución no violenta de conflictos.
Los talleres están dirigidos a jóvenes hasta los veinte años, puesto que las actividades están orientadas a la modificación y prevención de actitudes, por lo que son necesarias la capacidad de análisis y reflexión crítica que en grupos de menor edad sería poco probable conseguir.
Noticia: Carmen Tapia, Diario de León, 23 de febrero de 2009
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