Balones fuera, eso es lo que ha querido arrojar el Alcalde de Priaranza ante los acontecimientos surgidos en una fiesta roquera en Villalibre de la Juridición, población perteneciente a ese Ayuntamiento. La fiesta que debería ser un lugar de encuentro y disfrute de la juventud, terminó con una pelea y una persona apuñalada.
El Alcalde dice que el Ayuntamiento nada ha tenido que ver en la organización del evento dado que el mismo era privado, aunque lamento y condenó el acto violento. La verdad es que el Ayuntamiento si tiene algo que decir, el festival se desarrolló en el Polideportivo Municipal, por lo que debería estar todo en regla para realizar esta actividad, hablamos de permisos, seguridad, etc. No dudo que todo lo que la normativa dice se cumpliera, pero si es verdad que en el propio recinto se vendían y se consumían bebidas alcohólicas, así lo muestra fotos de los periódicos, que posiblemente hubiese jóvenes menores de 18 años, que al menos les moviera la curiosidad, y que la ley 3/2007, de 7 de marzo de 2007, por la que se modifica la Ley 3/1994, de 29 de marzo, de Prevención, Asistencia y Integración Social de Drogodependientes de Castilla y León, en la que se habla de la venta y consumo de alcohol en lugares deportivos, se debería tener en cuenta. Ante estas situaciones, los Ayuntamientos y sus responsables políticos no deben de mirar para otro lado, apoyar actos musicales me parece que es su deber, pero poner todos los medios para que las personas asistentes se lo pasen bien también es su obligación.
Puede que los actos violentes se repitan, que no tienen porque ocurrir en estos lugares, pero si está claro que el alcohol y otras drogas pueden ser un factor de riesgo que pueden incitar a la violencia.
El Alcalde dice que el Ayuntamiento nada ha tenido que ver en la organización del evento dado que el mismo era privado, aunque lamento y condenó el acto violento. La verdad es que el Ayuntamiento si tiene algo que decir, el festival se desarrolló en el Polideportivo Municipal, por lo que debería estar todo en regla para realizar esta actividad, hablamos de permisos, seguridad, etc. No dudo que todo lo que la normativa dice se cumpliera, pero si es verdad que en el propio recinto se vendían y se consumían bebidas alcohólicas, así lo muestra fotos de los periódicos, que posiblemente hubiese jóvenes menores de 18 años, que al menos les moviera la curiosidad, y que la ley 3/2007, de 7 de marzo de 2007, por la que se modifica la Ley 3/1994, de 29 de marzo, de Prevención, Asistencia y Integración Social de Drogodependientes de Castilla y León, en la que se habla de la venta y consumo de alcohol en lugares deportivos, se debería tener en cuenta. Ante estas situaciones, los Ayuntamientos y sus responsables políticos no deben de mirar para otro lado, apoyar actos musicales me parece que es su deber, pero poner todos los medios para que las personas asistentes se lo pasen bien también es su obligación.
Puede que los actos violentes se repitan, que no tienen porque ocurrir en estos lugares, pero si está claro que el alcohol y otras drogas pueden ser un factor de riesgo que pueden incitar a la violencia.
Samuel N. P.
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