Ajuzgar por las fotos que se han hecho y reproducido, este año el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres ha removido muchas conciencias, algo que es muy necesario en una sociedad que apenas ve la punta del iceberg del problema.
Entre todas ellas, me quedo con una: la del alumnado del Instituto de Enseñanza Secundaria Vadinia de Cistierna. Es una de las pocas iniciativas visibilizadas que se han llevado a cabo en León desde ese territorio al que todo el mundo apunta para erradicar la violencia machista. La educación. Un territorio casi mítico, que vive en el limbo de la acción política.
Trece de las mujeres asesinadas este año en España tenían menos de treinta años. Un dato preocupante porque creíamos, erróneamente, que la desigualdad está erradicada y parece ser que no es así. Adavas va a publicar próximamente un estudio en el que se ilustra la pervivencia de los estereotipos de género entre la población más joven.
No es casualidad que entre las fotos no se haya visto a el prestigioso mundo académico. La universidad tiene un enorme potencial de convocatoria entre la población más joven y más preparada y no debería desaprovechar esta posición para ejercer de institución ejemplar en la igualdad, a no ser que considere que este aspecto es secundario. ¿Dónde están las asociaciones de estudiantes? Es una lástima que el campus sea noticia por el botellón y no sea capaz de generar alguna iniciativa, como el reparto de salvamentales que realizó el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Alicante con viñetas de Diana Raznovich: «Por las continuas escenas de celos de Juan he dejado a mis amigas, a mi familia, a mi trabajo... ¿Qué más querrá que deje?», se pregunta una joven. «Querrá que dejes de vivir, Ana», le responde otra.
Entre todas ellas, me quedo con una: la del alumnado del Instituto de Enseñanza Secundaria Vadinia de Cistierna. Es una de las pocas iniciativas visibilizadas que se han llevado a cabo en León desde ese territorio al que todo el mundo apunta para erradicar la violencia machista. La educación. Un territorio casi mítico, que vive en el limbo de la acción política.
Trece de las mujeres asesinadas este año en España tenían menos de treinta años. Un dato preocupante porque creíamos, erróneamente, que la desigualdad está erradicada y parece ser que no es así. Adavas va a publicar próximamente un estudio en el que se ilustra la pervivencia de los estereotipos de género entre la población más joven.
No es casualidad que entre las fotos no se haya visto a el prestigioso mundo académico. La universidad tiene un enorme potencial de convocatoria entre la población más joven y más preparada y no debería desaprovechar esta posición para ejercer de institución ejemplar en la igualdad, a no ser que considere que este aspecto es secundario. ¿Dónde están las asociaciones de estudiantes? Es una lástima que el campus sea noticia por el botellón y no sea capaz de generar alguna iniciativa, como el reparto de salvamentales que realizó el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de Alicante con viñetas de Diana Raznovich: «Por las continuas escenas de celos de Juan he dejado a mis amigas, a mi familia, a mi trabajo... ¿Qué más querrá que deje?», se pregunta una joven. «Querrá que dejes de vivir, Ana», le responde otra.
Artículo de Ana Gaitero, Diario de León del 28 de noviem bre de 2009.
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