Proyecto Hombre salva con 17.000 euros su plan contra el maltrato

La aportación económica de la entidad financiera Caja Madrid -”con 17.000 euros-” y del Ayuntamiento de Ponferrada -”6.000 euros-” ha permitido a la fundación Proyecto Hombre seguir adelante con el programa terapéutico Trébol para la reinserción de todas aquellas personas a las que el juez a impuesto una orden de alejamiento por agredir a su pareja. Se trata de un proyecto iniciado hace dos años y que ya cuenta en el Bierzo con 110 usuarios a los que se les ofrece la opción de sumarse a Trébol como alternativa a la prisión.
«Es la primera vez que conseguimos financiación ajena. Hasta el momento habíamos sobrevivido con fondos propios y hemos estado a punto de cerrarlo ante la falta de liquidez. Gracias a la aportación de Caja Madrid, con la que ya hemos colaborado estrechamente en otras ocasiones, el programa puede seguir adelante», aseguró el director de Proyecto Hombre Bierzo-León, Jorge Juan Peñalvillo.
El perfil de las personas que se someten a este programa terapéutico está bastante delimitado. Por lo general se trata de hombres, en su mayoría con problemas de drogodependencia o alcoholismo, con una edad comprendida entre los 40 y 45 años, y españoles. «Hay muy poca incidencia de personas inmigrantes, por lo general son de aquí», informó Peñalvillo.
Pero como la generalización lleva a error en muchas ocasiones, es preciso aclarar que también hay varias mujeres sometidas a este programa de control y que presentan problemas de agresión. Incluso parejas que se han agredido mutuamente y que ambos tienen una orden de alejamiento. En estos casos el alcohol es la causa más frecuente, tal y como aseguraron desde Proyecto Hombre.
Peñalvillo aseguró que la eficacia de este sistema está más que probada y que en la gran mayoría de los casos es efectivo. Pero también quiso dejar claro que si en algún momento se aprecian conductas incorrectas, entonces los agresores son enviados de forma inmediata a la cárcel. Esto es algo que ya ha ocurrido en tres ocasiones. «Las pulseras fallan, este programa es más eficaz porque llevamos un control semanal de las personas, sabemos como y donde están, y de que forma evolucionan. Es un contacto directo», apuntó.

Noticia: Diario de León, 28 de marzo de 2009