martes, 4 de octubre de 2016

La Educación Social, un puente sobre aguas turbulentas


“Bridge Over Troubled Water”, en español “Puente sobre aguas turbulentas”, es una canción del dúo estadounidense “Simon and Garfunkel. La canción salió al mercado el 26 de enero de 1970. Su letra refleja aspectos relacionados con el trabajo desarrollado por Educadores y Educadoras Sociales en los contextos personales y sociales, tal vez lo pueda ser al verme en un estado idílico en el momento de escucharla.  

Cuando estés abrumado
y te sientas pequeño
Cuando haya lágrimas en tus ojos,
yo las secaré todas
Estoy a tu lado.
Cuando las circunstancias sean adversas

Y simplemente no encuentres amigos
Como un puente sobre aguas turbulentas
Yo me desplegaré
como un puente sobre aguas turbulentas
Yo me desplegaré
                                                                                          …………

 Hablamos de “aguas turbulentas” cuando éstas se mueven en una estado turbio y de agitación. Aguas que desde los inicios se visibilizan como indomables y que al final, con su llegada al mar, se vuelven transparentes y calmadas.

Pueden ser las “aguas turbulentas”, las personas, los grupos, los colectivo y la propia comunidad que en los diferentes momentos necesitan de los Educadores y Educadoras Sociales para poder limpiar el cauce por el que pasan y llegar a buen término al final de su recorrido. Es el puente el Derecho que tiene la Ciudadanía para poder pasar esas “aguas turbulentas” con seguridad y sin sentir el peligro de ser arrastrado por ellas.

En los documentos profesionalizadores, nuestro marco de inicio y seguimiento de la profesión, se habla de que la definición de EDUCIÓN SOCIAL en su base conceptual se sostiene sobre un doble eje: el Derecho de la Ciudadanía y una profesión de carácter pedagógico.

“La Educación Social” está basada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y presupuso un entendimiento fundamental (de la integridad de valor de cualquier ser humano, con independencias de su raza, sexo, edad, creencias y estatus social, económico e intelectual)-Oficina Europea de la Asociación Internacional de Educadores Sociales (AIEJ) (2005).

Los Educadores y Educadoras Sociales no somos gestores de la caridad, ni de la pobreza, ni menos del asistencialismo, somos profesionales que aplicamos un derecho fundamental a través de una intervención socioeducativa, un proceso que construye puentes sobre las “aguas turbulentas”. Cuando hablamos de una intervención socioeducativa, nos referimos al desarrollo de una acción intencional que se ejerce en el marco de lo social, que tiene como finalidad general el desarrollo personal y social de las personas, grupos y comunidad, mejorando su calidad de vida e incidiendo positivamente en su participación en la sociedad.

La Educación Social como Derecho de la Ciudadanía también es un compromiso de justicia social, con el fin de cubrir las necesidades básicas y sociales de las personas, grupos y colectivos. El trabajo de Educadores y Educadoras sociales está basado en el desarrollo de lo valores humanistas y democráticos, promoviendo la igualdad, el respeto y los derechos.

La Educación Social como Derecho de la Ciudadanía aplica procesos en los que una persona, grupo, colectivo o la propia comunidad toma conciencia y comprende su situación, la reflexiona y busque soluciones a través del desarrollo de sus potencialidades.
Samuel N.P.
Foto: Samu2016 "Puente sobre el río Cúa"

1 comentario:

Asier Felix dijo...

Extraordinario artículo, amigo Samuel. Me quedo con tu/su intencionalidad