miércoles, 21 de diciembre de 2016

Educación Social y fomento de las relaciones intergeneracionales



Podemos definir “relaciones intergeneracionales” como aquellas que se establecen entre personas de distintas generaciones y que conviven en un mismo tiempo.
Con el aumento de la esperanza de vida, las relaciones intergeneracionales son en estos momentos más importantes que nunca y a la vez resultan gratificantes, al tiempo que posibilitan el desarrollo integral de la persona.
Una sociedad que avanza hacia un estado del bienestar pleno, deberá interrelacionar las diferentes generaciones.
El año 2012 fue para los estados miembros de la Comunidad Europea un“año europeo del envejecimiento activo y de la solidaridad intergeneracional”, ese era el momento para establecer las bases en el fomento de las relaciones intergeneracionales, pero como ocurre con muchos de estos eventos, al final no es más que mensajes publicitarios y no verdaderas actuaciones de futuro.
La Educación Social es una profesión que interviene también en el ámbito de las relaciones intergeneracionales, proporcionado la ayuda necesaria para desarrollar las potencialidades de las diferentes generaciones. Educadores y Educadoras Sociales tienen un amplio camino para recorrer dentro de este campo de intervención, refuerzan el entender que es eso de las “relaciones intergeneracionales” y con las personas mayores facilitan el que éstas puedan transmitir sus experiencias, conocimientos y competencias a las generaciones más jóvenes. El fomento del voluntariado entre las diversas generaciones es otra faceta a trabajar y descubrir, además sería la forma de poder contribuir a mejorar la calidad de vida de todos y cada unos de los colectivos y llegar a conseguir satisfacer las necesidades básicas de la población.
Dice un proverbio africano que “hace falta toda la tribu para educar a un niño o a una niña”. Educadores y Educadoras Sociales contribuyen por su formación a la aplicación de proyectos innovadores de calidad práctica que mejoren las relaciones intergeneracionales.
No es el momento de aislamiento social de los diferentes colectivos, hasta ahora separados en lo público y en lo privado debido al desarrollo de decisiones políticas no oportunas para el momento y que han originado consecuencias negativas para las relaciones intergeneracionales. Ahora la realidad se basa en experiencias que facilitan las relaciones sociales de las diversas generaciones en espacios públicos como jardines, casas de la cultura, centros sociales, etc. Es de destacar el Centro Residencia Providence Mount St. Vincent ubicado en Seattle, que tiene una centro infantil que comparte actividades los niños y niñas de primaria con las personas mayores de la residencia, una experiencia que ha sido valorada muy positivamente y que ya se está intentando implanta en otros lugares.
Samuel N.P.

sábado, 17 de diciembre de 2016

El faro de las orcas


Director: Gerardo Olivares
Reparto: Maribel Verdú y Joaquín Furriel
Lola viaja con su hijo autista, Tristán, hasta el fin del mundo para encontrarse con Beto, un guardafauna que tiene una relación muy especial con las orcas salvajes en la Patagonia Argentina. El motivo del viaje: Tristán ha mostrado una extraña empatía y respuesta de estímulos ante la visión de las orcas. La determinación de Lola de luchar por la mejora de su hijo, la peculiar personalidad de Tristán y su relación con la naturaleza harán que la vida de todos ellos cambie para siempre. (FILMAFFINITY)

Ha muerto la reina del pueblo gitano


Artículo compartido de la página web de la UNIÓN ROMANÍ, 
escrito por su presidente Juan de Dios Ramírez-Heredia

HA MUERTO LA REINA DE LOS GITANOS: ¡VIVA LA REINA!

Empiezo a preocuparme. Especialmente porque a una persona supersticiosa como yo, no le gusta hablar de estas cosas. De los muertos hay que hablar siempre con respeto, sobre todo si son de nuestra familia. Pero de “los otros” muertos cuanto menos se hable, mejor. Hay cosas y circunstancias de las que es mejor no hablar, porque hacerlo suele traer “mal fario”. Ese del que hablaban los latinos españoles hace dos mil años cuando para referirse a las cosas horribles decían “malfarium”. A nosotros, los gitanos y los “gadchés” (los “payos”, palabra horrible que tendríamos que descartar de nuestro lenguaje), nos gusta más decir “mala bají”, ―mala suerte― expresión mucho más precisa y más acreditada porque hunde sus raíces en el “rromanó” que es el idioma común que hablamos los 14 millones de gitanos que poblamos el planeta.  
    Y digo esto porque llevo escribiendo con demasiada frecuencia de personas que han muerto y que son queridas, admiradas algunas de ellas, y siempre relacionadas con nuestro pueblo. Se mueren, unas por viejas, otras por causa de enfermedades y la mayoría porque les llegó la hora. Hoy, pues, me toca hablar de Esma Redzepova, que murió hace un par de días a los 73 años, en un hospital de Skopie, capital de Macedonia, y que ha sido conocida en los ambientes artísticos como “la reina de los gitanos”. Título que no tiene más valor que el puramente publicitario y que le otorgamos en la India, en 1976, para señalar a una de las mujeres más valientes, más concienciada y más luchadora por los derechos de nuestra comunidad allí donde con tanta frecuencia son conculcados.

Una artista inmensa con una voz privilegiada
    “Mi voz ―le dijo un día a una periodista―fue elegida la segunda mejor del mundo, tras Ella Fitzgerald. Para mí fue importante, porque se trataba de un reconocimiento artístico”- Sus ojos brillan:Pavarotti sólo fue séptimo”. Desde estas líneas quiero rendirle homenaje por varias razones: la primera por ser una artista grande como la copa de un pino. Esma ha sido una revolucionaria de la música y de los estilos gitanos a la hora de interpretarla. Y puedo hablar de esta faceta de su vida con conocimiento de causa. Conocí a Esma Redzepova hace cuarenta años en la India, concretamente en Chandigar, capital del Punjab, y posteriormente en Nueva Deli. A ella le oí por primera vez cantar el Gelem, Gelem, himno internacional gitano, de forma profesional. Junto a ella su marido y sus hijos formaban el conjunto más maravillosamente estruendoso que se pueda imaginar. Estoy hablando de 1976 y mi experiencia internacional de conocimiento y convivencia con el resto de los gitanos europeos aún necesitaba de algunos años más de rodaje. Fue en 1971, durante el Congreso Gitano de Londres, cuando alcancé a ver y saborear la importancia del violín cuando son unas manos gitanas las que le arrancan el sonido.Javier Pérez Senz, que sin duda es uno de los periodistas más acreditado en el mundo de la música clásica, ha escrito que “El gran público conoce las Rapsodias húngaras, de Franz Liszt, pero no todos saben que para escribirlas incorporó melodías populares auténticamente romaníes y trató de imitar el estilo, el fulgor técnico y el encanto de los más famosos compositores y violinistas gitanos de su tiempo, con János Bihary y Antal Csermák como señeras figuras.
     Pero con Esma Redzepova aprecié y descubrí el encanto, la fuerza y el metal de la trompeta cuando se erige en protagonista de la melodía colectiva gitana. Me quedé anonadado escuchando y contemplando en la lejana India, la fuerza con que aquella familia formada por Esma, su maridoStevo Teodosievski y sus hijos revolucionaban los sentidos de quienes, sin dudarlo, sabíamos que estábamos en el país de las mil y una noches. Cuando una trompeta emite sonidos claros y cristalinos como los que yo escuché aquel día, arropados por el ritmo del tambor y la pandereta, teniendo por compañeros de viaje el acordeón y el contrabajo, difícilmente puedes olvidar un momento tan impactante. Hoy, el trompetista gitano disfruta de un excelente reconocimiento. Tanto, que en el último Festival Anual de la Trompeta, celebrado en Guca (Serbia), donde los trompetistas gitanos son los verdaderos protagonistas, se ha alcanzado la cifra record de más de medio millón de espectadores.
    La voz de Esma era como una mariposa, o mejor, como un colibrí que inquieto volaba deteniéndose unos seguntos en cada instrumento. A mí no me extraña que Esma Redzepova haya interpretado como nadie los sonidos modernos de los jóvenes de los Balcanes, especialistas en la música pop y electrónica. Esma Redzepova, ―lo han dicho todos los especialistas―, ha dado más de 9.000 conciertos en infinidad de países, ha grabado 20 álbumes y ha intervenido en media docena de películas.

Activista adelantada a su tiempo
     La segunda razón por la que rindo homenaje a esta extraordinaria mujer es por reconocer en ella a una activista adelantada a su tiempo en la defensa de la comunidad gitana y especialmente de las mujeres. Desde que la conocí en el norte de la India he coincidido con ella en muchos lugares. Hemos estado juntos en Bruselas, en París, en España. Un día fueron a verla un grupo de gitanos jóvenes del Barrio de la Mina en Barcelona. SOS Racismo, en su informe de 2005, dice que un grupo de jóvenes gitanos se lamentaron de las duras condiciones en que vivían. Esma les animó a luchar para superar los obstáculos y que reclamasen su derecho sagrado a la igualdad utilizando las mismas armas de que se vale la sociedad mayoritaria. Y les dijo: “En Macedonia hay tres partidos políticos gitanos, dos canales de televisión y 32 emisoras de radio que emiten en lengua romaní. Ese es el camino, añadió, para desmontar algunos tópicos que afectan a la cultura gitana”.
    Ella cuenta que “La primera y única vez que fui discriminada fue en la escuela. Era la única gitana y nadie quería sentarse a mi lado. Así que me senté al lado de un muchacho. ¡Un escándalo, pues los chicos y las chicas se sentaban separados unos de otros! No exagero cuando digo que luego fui la estrella del colegio. Ya entonces derribaba barreras”.  Derribó tantas que a lo largo de su vida recibió infinidad de testimonios de afecto y reconocimiento por la labor humanitaria que desarrolló especialmente con los niños. Se sabe que adoptó a decenas de muchachos desvalidos y que realizó una importante labor en su tierra, Skopie, donde ahora reposa, mientras fue concejal de su ayuntamiento. La Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC), en la V Edición de sus acreditados Premios, hizo mención a la Tía Emilia Clavería, gitana luchadora y valiente donde las hubiera, y a la figura mundialmente querida y respetada de Esma Redzepova. En el "Festival de Experiencias Gitanas" celebrado en Moscú en el año 2000, Esma fue proclamada Laureada y cantante romaní del siglo. Y en una de las reuniones del Parlamento de la Unión Romani Internacional, celebrada a finales del pasado siglo, se le llegó a proponer para el premio Nobel de la Paz, por ser "la mejor embajadora de los gitanos en el mundo".

Esma fue una militante activa de la vida política
     La tercera razón por la que rindo homenaje a Esma Redzepova es por la identificación con que ambos hemos caminado por la vida, convencidos de que con el compromiso político se puede lograr el cambio de las estructuras sociales que sustentan el racismo y la marginación de los más débiles de nuestra sociedad. En el penúltimo Congreso Mundial de la Unión Romani celebrado en Sibiu, Rumanía, ambos nos integramos en la candidatura que resultó elegida, presidida por el fallecido Florin Copiaba. Yo fui elegido vicepresidente de la organización y Esma Redzepova, Comisaria de Cultura y embajadora de la Unión Romani Internacional.
     Finalmente deseo dejar en el ánimo de mis lectores la belleza de un planteamiento que a Esma le gustaba mucho repetir y que yo hago mío. Ella decía: “Los gitanos estamos en contra de las fronteras, somos cosmopolitas. Las fronteras solo sirven para dividir a los pueblos. Nuestras casas están siempre abiertas. Nuestra filosofía es que el hombre llega desnudo a la Tierra y está desnudo cuando se va de ella”. Esma Redzepova creó una fundación y en ella acogió y educó a medio centenar de niños de la calle a los que hizo sus hijos. Y a ellos les inculcó ideas tan “subversivas” como las siguientes: “Debéis ser buenos ciudadanos. Y los buenos ciudadanos son aquellos que saben compartir lo que tienen con quienes no tienen nada. Pero, sobre todo, debéis viajar mucho. Es muy, muy importante viajar, ver otros lugares, conocer otras costumbres”.
     Tal vez por eso, Esma Radzepova, mi amiga y mi compañera, no tenía ninguna dificultad, como tampoco la tenemos ninguno de los 14 millones de gitanos que vivimos en el mundo, en confesar que tenemos una doble nacionalidad: la del país donde hemos nacido y la que nos otorga nuestra condición de ser ciudadanos del mundo.
 Lokhi phuv lake (que tenga una tierra fácil. Que descanse en paz).

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romaní

jueves, 1 de diciembre de 2016

Ángel Quiroga López “Gelo”, un voluntario de cercanía vecinal


Hoy es un día importante para “Gelo”, la Asociación de Voluntariado Flavium de Cacabelos (El Bierzo), le va a rendir un homenaje por su esfuerzo y dedicación a dicha asociación, además de ser socio fundador y miembro desde un enero frío del año 2008.

Conozco la trayectoria de “Gelo” en esta Asociación, pero esa parte no la voy a describir en este post, se lo dejo para la Junta Directiva de la Asociación que lo hará en el acto, me voy a esa persona que desarrolló una particular  manera de ser que le permite manifestar esa faceta de “voluntario de cercanía vecinal”.

Con catorce años empieza un proceso de aprendizaje de albañil, de “pinche”, en la empresa Quiroga de Cacabelos. Después de catorce años y con la profesión aprendida, se hace autónomo y comienza a trabajar por su cuenta.

Es a principio de los ochenta cuando empiezo a tener con “Gelo” un trato más personal, y lo hice través del primer grupo ecologista creado en el Bierzo, el colectivo Planeta Verde, en el que empezamos a colaborar. Recuerdo que estando en proyecto el Parque Natural de San Bartolo, por cierto una iniciativa de Planeta Verde, utilizábamos un Renaul4L, es decir un “cuatro latas” que “Gelo” había comprado, pero no tenía carné, por lo que el coche siempre estaba rodando por multitud de manos, en varias ocasiones se llevó a buscar árboles que se plantaron y son muchos de los que ahora cubren de un manto verde esa zona.

Después vendría la Charanga El Grillo, un grupo no sólo musical, era en realidad una “escuela de la vida”. “Gelo” fue parte muy importante de esta iniciativa que durante varios años fue del motor sociocultural del municipio de Cacabelos, se llegó a dinamizar los Carnavales de Cacabelos, recuperar tradiciones como “el entierro de la sardina”,  o “a partir la vieja”, ésta última se ha dejado de hacer.

Participó en las “escuelas de verano”, llevando un taller de albañilería para niños y niñas, también en los diversos “campamentos en la naturaleza”, actividades desarrolladas en Cacabelos durante las vacaciones de los escolares.

A los 56 años, “Gelo", sufre un infarto que le impide volver a su situación laboral anterior de albañil, pero lejos de encerrarse, de dejarse llevar por el olvido, el pesimismo y la pereza, decidió que su vida continuaba y que era el momento de poder dedicarse aquello que más le gustaba y con lo que disfrutaba, como podría ser el de “voluntario de cercanía vecinal”. Su huerto producía de todo y para todos, su almacén suministraba tornillos, arandelas, taladros, etc, a todas las personas que necesitasen hacer alguna chapuza. Montó un torno de carpintero, empezó a tornear peones, ese juguete tan propio de nuestra época y que nos hacía sentir más de pueblo, tanto a niños como a niñas. Además de hacerlos, los regalaba y enseñaba a bailarlos en los barrios del pueblo.

Después vendrían muchas más cosas como el tomar la decisión de recuperar “la hoguera de Reyes” en la plaza de Santa Lucía del barrio de la Casería,  de hacer un “día del peregrino” a la entrada del camino de Santiago y darles la bienvenida a peregrinos y peregrinas con un caldo, jamón y vino de la tierra.

Pero Gelo cuenta siempre con una persona muy cercana, con Conchita, su mujer, que le anima a seguir con todas estas iniciativas, también a su lado está su hijo Gelín y su hija Conchi, a ellos también les debe parte de lo que es.

Al final, yo sólo quiero mostrar la parte más humana y alegre de Gelo, por eso elegí una foto de Carnaval siendo la  primera vez que salía la Charanga El Grillo a la calle, hace unos 30 años, con la cara pintada por el artista local, Pedro Cotado, con el traje de calzoncillos blancos y con el primer bombo, ya que Gelo fue el primer bombero de este grupo.

Un abrazo compañero
Samuel N.P.