lunes, 12 de septiembre de 2011

Pasar de lo individual al trabajo grupal

Como profesional de los servicios sociales de base, veo demasiado trabajo individual, a la vez que percibo que cuesta poner en marcha una intervención socioeducativa a nivel grupal.
Según la definición de Mc. Damás y Harare, un grupo es “un sistema organizado de dos o más individuos, que están interrelacionados de tal manera que el sistema realiza alguna función, cuenta con un conjunto estándar de relación de roles entre sus miembros y tiene normas que regulan el comportamiento del grupo y de cada uno de sus miembros.”
Otra de las definiciones a tener en cuenta es de Cartwrigt y Zander, un grupo es “un conjunto de individuos que tienen relaciones mutuas que les vuelven interdependientes en un grado significativo.”
Podemos resumir estas dos definiciones, en que el trabajo en grupo tiene fines y objetivos comunes, su componentes se relacionan unos con otros, que cada miembro se percibe así mismo como parte del grupo, se tiene una percepción colectivo de las cosas y genera un grado de interdependencia.
Los y las profesionales del ámbito social tenemos claro la gran ventaja y las posibilidades que ofrece el trabajar en grupo para sus propios componentes, es algo que nadie pone en duda. El grupo es un proceso de apoyo ante necesidades comunes de sus propios integrantes. El grupo es una gran experiencia de aprendizaje colaborativo y cooperativo.
En nuestro trabajo diario con familias más frágiles, con beneficiarios/as de la renta garantizada de ciudadanía, con personas y colectivos en riesgo de exclusión social, con parados y paradas de larga duración, etc. Con todos estos colectivos, vemos cuando analizamos su situación, sus demandas y necesidades, y nos damos cuenta que muchas son comunes, por lo que se puede generar un espacio de interés compartido, que permita poner en común experiencias propias de cada persona, experimentando una capacidad de comunicación, de relación y dotarse de habilidades para la resolución de conflictos.
El trabajo grupal es un proceso de integración y de desarrollo personal, una oportunidad para la mejora de la propia comunidad.
Samuel N.P.

4 comentarios:

Estíbaliz dijo...

es verdad, viene como aire fresco q nos recuerdes los beneficios del trabajo en grupo porque da "pereza"ponerlo en marcha por el trabajo q da la puesta en marcha...es verdad q al final las recompensas superan el trabajo individual q hacemos diariamente como hormiguitas

Samuel Núñez Pestaña dijo...

Yo creo que aunque tengamos que hacer un esfuerzo extra, debemos intentarlo. Además sabemos por experiencia, que el trabajo grupal nos abre una gran gama de posibilidades, sobre todo conocer de una manera más cercana las necesidades y demandas de ciertos colectivos.
Un saludo y graciñas por visitar el blog.

Mª Fe dijo...

Ciertamente, que bueno es estar con más personas, estar en grupo, compartiendo- recibiendo a la vez; en estos momentos de tanto individualismo a veces "egoísmo", ya no sólo en el día a día, sino también en lo profesional.
Deberíamos nosotros mismos (como profesionales) practicar más el trabajo en grupo.....

Samuel Núñez Pestaña dijo...

Pues claro que deberíamos como profesionales de los servicios sociales aplicarnos aquello que pensamos que es bueno para los demás. Tenemos que ser un ejemplo en el día a día, en el trabajo cotidiano, para luego exteriorizar nuestra experiencia a otros grupos.
Un abrazo.