viernes, 10 de abril de 2020

Una guerra de almohadas en momentos de crisis


Escribir cuando estamos en una situación de confinamiento se te puede hacer fácil si te mantienes centrado en lo que quieres expresar, yo necesito también hacerlo con música, aunque tenga que levantarme cada veinte minutos a darle la vuelta al vinilo o cambiarlo por otro.
La historia de la infancia en el tiempo no ha sido fácil de contar, son pocos los datos que tenemos. Durante muchos siglos los y las menores eran tratados como objetos, los hijos e hijas podían ser abandonados, sacrificados, vendidos,…, y estaba aceptado socialmente. En esos momentos de la historia los niños y niñas no tenían ninguna ley que de alguna manera les pudiese proteger, eran propiedad de los padres y madres.
Es a partir de la Edad Moderna cuando se comienza a tener en consideración a la infancia, aunque siempre la ventaja la llevaban los niños y niñas de las clases sociales altas.
Surge en muchos países a partir de la segunda mitad del siglo XIX la necesidad de establecer leyes de protección de la infancia, sobre todo en relación al trabajo de los niños y las niñas, que con la “Revolución Industrial” eran utilizados como mano de obra barata. Es en esta época cuando surgen muchas figuras de la pedagogía, experiencias innovadoras, que facilitan la entrada en la escuela de los niños y las niñas. También se manifiesta a través de la literatura la critica a los internados, orfanatos en aquella época, así lo manifestó Charles Dickens en su obra “Oliver Twist”, un niño huérfano que sufre maltrato y que su única salida fue escapar y dedicarse a la delincuencia desde la marginalidad.
A principios del Siglo XX las Primera Guerra Mundial vuelve a azotar a la infancia en Europa. En Ginebra, se crea la Unión de Socorro a los Niños y Niñas, estableciéndose la primera Declaración de los Derechos de los Niños y las Niñas, conocida como la “Declaración de Ginebra”.
La infancia vuelve a estar en el punto de mira con la Segunda Guerra Mundial, aquí si tenemos datos de muchas historias infantiles, me quedo con la más conocida, la de Ana Frank, oculta más de dos años, su vida de confinamiento le llevó a escribir un diario en que mostró al mundo el sufrimiento desde la mirada de una adolescente de 13 años. Al final ella y su hermana Margot murieron por una epidemia de tifus por falta de higiene en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
Tengo en mis manos la “historia de Erika”, una niña judía que su madre la arrojó del tren cuando los llevaban a un campo de concentración nazi. Erika fue recogida por una familia y salvó su vida. La madre tomó esa decisión viendo la muerte de su hija muy cerca.
En nuestro país, la Guerra Civil afectó y cruelmente a la infancia, los llamados “niños y niñas de la guerra o de Rusia”, fueron miles de menores los que fueron enviados por las autoridades republicanas al exilio a la antigua Unión Soviética para evitar el dolor y el sufrimiento de la guerra. 
Los niños y las niñas de Alepo (Siria) se pasan la mayor parte de las horas del día metidos en un refugio, el frío, el hambre y las enfermedades rodean estos espacios.
En 1948 se aprueba la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 25.-2, dice que “la maternidad y la infancia tienen derecho y cuidados y asistencia especiales. Todos los niños y niñas, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social”. Hay que esperar al año 1959 para que la Asamblea de las Naciones Unidas proclame “La Declaración de los Derechos de los Niños y las Niñas.
“Ya estoy harta, gritaba la madre, no puedo más, ya no tengo una almohada en buenas condiciones”, dormiréis sin ellas. Eran dos hermanos, de 8 y 12 años, muchos días confinados, sin colegio, ni el juego al escondite con su padre los llega a calmar, se saben todos los rincones de la casa, una vivienda de no más de 70 metros cuadrados, Es que la crisis ha pegado de golpe otra vez sobre la infancia, y otra vez hacia las familias más vulnerables, ya les tocó en el 2008, antes también.
Los hijos y las hijas con un alto riego de pobreza, esos mismos que sus familias tienen dificultades para cubrir las necesidades básicas, algunas de ellas como comer, pagar el alquiler, la hipoteca, etc. Teniendo en cuenta que también pueden ser familias con un solo progenitor, con padres y madre que presenten alguna enfermedad o discapacidad, o que las tengan el niño o la niña. Están también los colectivos de inmigrantes, las minorías étnicas, los poblados y barrios marginales.  
Las condiciones de todos estos niños y niñas no son iguales que el resto, se rompe la igualdad de oportunidades y la brecha social se hace cada vez más grande. A todo esto se suma con esta crisis la enseñanza online, que casualidad, que sean estas familias las que no tengan equipos informáticos, ni internet, ni se puedan conectar a una red públicas de wiffi, y que utilicen el teléfono en el mejor de los casos para poder ver los ejercicios que les envía su profesor o profesora. Que por vivir en pequeñas viviendas no disponen ni siquiera de un lugar de estudio, ni juegos o una pequeña biblioteca. Luego está la condiciones de una alimentación sana, ya sabemos lo que pasa en muchas de estas familias, la posibilidad de ir al comedor escolar, aunque fuese una vez al día, mejoraba la calidad en la alimentación, además que suponía un ahorro económico.
También queremos hacer referencia a la situación de inseguridad con las que se presentan muchos menores en esta situación de crisis, violencia en la pareja, abusos sexuales, malos tratos, …
Que a estas familias como al resto, esta crisis nos vino de sopetón, sin posibilidad de reaccionar, de prepararnos, pues no digamos como le ha llegado a la infancia, que hasta nos cuesta explicar el porqué no pueden salir de casa para correr y jugar con sus amigos y amigas, ya que los menores son un derroche de energía y no nos gustaría que se quedarán en el “sedentarismo”. Pero al final quién gestiona las emociones de estos niños y niñas.
Si no nos ponemos a buscar soluciones pronto, las condiciones de vida de estos niños y niñas harán sumergirse en agua salada y profunda “los derechos de la infancia y los derechos humanos”.  
Posiblemente la infancia sea una de las últimas prioridades de esta crisis, se pondrán medidas, no lo dudo, pero llegarán a tiempo, serán parches, o podrán llegar a favorecer las necesidades presentes. Confiamos que sea así.
Hay un conjunto de profesionales del ámbito social, Educadores y Educadoras Sociales, Trabajadores y Trabajadoras Sociales, Psicólogos y Psicólogas, Pedagogos y Pedagogas, Maestros y Maestras, Cuidadores y Cuidadoras, Cocineros y Cocineras, etc, con una amplia experiencia en el trabajo con menores, casi todos ellos interviniendo en la educación no formal. Es necesario poner en marcha estos recursos humanos para poder hacer apoyos y seguimientos a esas familias, y otros recursos materiales, de equipamientos, como habilitar espacios para que puedan esos menores jugar, hacer sus tareas escolares, no perder la  ilusión de estar en una etapa de la vida que la “infancia”. Sin olvidar que la puesta en marcha de cualquier recurso en estos momentos tiene también la prioridad de mantener una protección y seguridad tanto del menor como de los y las profesionales.
“La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños y niñas infelices”.
Albert Einstein
Samuel N.P.

 

martes, 7 de abril de 2020

'Idol', la historia del cantante Mohammad Assaf


Sinopsis completa

Mohammed Assaf, un aspirante a músico que vive en Gaza, tiene entre ceja y ceja un objetivo aparentemente imposible: llegar a las audiciones que se celebran en El Cairo para "Arab Idol", el popular concurso de talentos de televisión.
El aclamado director palestino Hany Abu-Assad (nominado al Oscar por "Paradise Now" y "Omar") es el encargado de llevar a la gran pantalla la increíble pero verídica historia de Mohammad Assaf, ganador de la edición de 2013 del popular espacio televisivo "Arab Idol". De bien pequeño, este joven tenía el sueño de cantar en el teatro de la ópera de El Cairo y que el mundo entero descubriera su voz. La oportunidad se le presenta con la llegada a la capital egipcia de este formato adaptado a nivel internacional.
Pero primero de todo deberá lograr escapar del conflicto de Gaza. A medida que avanza rondas, la cinta muestra cómo Mohammad -interpretado por Tawfeek Barhom ("Mis hijos. Dancing arabs")- se ve obligado a afrontar sus propios miedos y a asumir su destino de llevar esperanza y felicidad a toda su región.
 
Quién es Mohammed Assaf en la vida real?
Mohammad Assaf es un cantante palestino nacido el 1 de septiembre de 1989 en Misurata (Libia).[1]​ Es un cantante popular de música pop que, además, fue el ganador de la segunda temporada de Arab Idol,[1]​ retransmitido por la cadena saudí MBC.[2][3]​ Recibió el apodo de Al Saroukh (que significa "El Cohete")[1]​. En 2013, fue nombrado Embajador Regional de la Juventud por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).[4][5]​ También fue nombrado embajador de cultura y arte por el gobierno palestino y el presidente palestino Mahmud Abás le ofreció un puesto con "estatus diplomático".[5]​ Assaf es famoso por su interpretación de música pop árabe.
Información Wikipedia

La Educación Social CONTIGO. Carmen Carrión. CEESCYL


Campaña “La Educación Social CONTIGO – COVID-19” Carmen Carrión, Presidenta del CEESCYL

 

Carmen Carrión, Presidenta del Colegio Profesional de Educadores y Educadoras Sociales de Castilla y León (CEESCYL) quiere dar a conocer el trabajo que realizan los profesionales de la Educación Social en estos momentos tan complicados de crisis sanitaria y social, cuyas dificultades son aún mayores, que implica que la labor sea más necesaria que nunca, y nos comenta el apoyo y reconocimiento a todas las Educadoras y Educadores Sociales que desarrollan su función en los diferentes ámbitos de actuación.

domingo, 5 de abril de 2020

No dejar solas a las personas mayores


Ayer, cuatro de abril, se cumplieron cinco meses del fallecimiento de mi padre, a los cinco días moría mi madre. Mi padre era un hombre con mucha vitalidad y el “bicho”, el otro “bicho” se lo cargó en tres meses, mi madre con una enfermedad congénita puede que fuese más esperada su muerte. Los dos tuvieron la suerte de poder estar con la familia y personas que los conocían, acompañándolos en los peores momentos en que la muerte llama a la puerta, luego celebrar el entierro y dar sepultura. Esta situación ha cambiado, por causa de esta pandemia, las familias, amistades, …, ya no pueden acompañar a sus muertos y son enterrados o incinerados en la más profunda soledad.
Ahora está el sentir de las personas mayores, que este virus se los está llevando poco a poco, son los niños y las niñas de la guerra, los mismos que tuvieron que sufrir el hambre y las enfermedades, muchos de ellos y de ellas tuvieron que salir de nuestro país, algunos volvieron, pero la mayor parte acabo en lugares tan lejanos como Rusia, Argentina, Cuba, …Pero aún las desgracias siguieron también con los que se quedaron aquí, esos niños y niñas crecieron, pero ante la falta de trabajo en España, muchos de ellos y ellas emigraron a Francia, Alemania o Suiza, entre ellos mi padre y mi madre. Las “divisas”, que así se llamaba el dinero que enviaban, también sirvió para que nuestro país diezmado por una guerra y una dictadura cruel pudiese salir adelante.
Así llegamos a que nuestros mayores han estado durante 80 años en una espiral muchas veces sin salida, ahora les llegaba el momento de disfrutar de sus pensiones, que no son un regalo, son un derecho por su esfuerzo y trabajo. Pero a pesar de que algunos y algunas predican que son una carga para la sociedad, ellos y ellas ayudaron a la crisis del 2008, apoyando a sus hijos e hijas que se quedaron sin trabajo, sus salidas en los viajes del IMSERSO o del Club de los 60 en Castilla y León, consiguen que se mantengan muchos hoteles en las zonas turísticas durante el invierno, y así seguiríamos contando muchas aportaciones a la economía y al bien común de esta sociedad.
Hemos perdido el respeto a nuestros mayores, les hemos dejado tirados en espacios que ahora se detecta que muchos de ellos no cumplían los requisitos mínimos de seguridad ni higiene. Se confiaba en las residencias,  cuando éstas deberían ser espacios para vivir y no para morir. Lugares en los que se considera al mayor como algo material, un producto o el mejor de los casos como un cliente. Y los datos son muy claros, más de 4000 personas fallecidas por el coronavirus lo hicieron en las residencias. Mucho tendrá que cambiar cuando esto mejore, se planteará hacer un seguimiento más profundo de estos recursos, tanto los públicos como los privados.
Es el momento, ahora más que nunca vamos a echar en falta en las residencias a Psicólogos/as, Trabajadores/as Sociales, Educadores/as Sociales, … un conjunto de profesionales que tendrían que estar gestionando las emociones de los hombres y mujeres que confiaron cuando por la puerta se les dejaba con un beso y un hasta luego.
Se puede admirar como cuidan las comunidades indígenas a sus mayores, como lo hace el colectivo gitano más cercano a nuestro entorno, así podríamos seguir enumerando otras maneras de sentir que es esa edad por la que todos y todas vamos a pasar.
Las películas que nos hacen ver a los mayores de una manera positiva y que os las recuerdo, “cinema paradiso”, “las chicas del calendario” o “el estanque dorado”, son algunas de ellas.
Hay varios libros escritos por Ángel de Castro, responsable en su momento del programa de animación comunitaria de la Diputación de Valladolid, con títulos como “la tercera edad, tiempo de ocio y cultura” o “aprender a envejecer”.
No dejamos de leer o escuchar a grandes mayores como Pepe Mujica, José de Saramago, José Luis San Pedro, Margarita Salas, Doris Lessings, multitud de hombres y mujeres que su mayor plenitud la encontraron cuando ya pasaban de los 60.
Para terminar decir que entre mis materiales sobre mayores encontré una pequeña carpeta de color verde que lleva en la portada este título “saber envejecer, prevenir la dependencia”, y que en su interior hay unos pequeños libritos que hablan de “participar es vivir”, “dormir es salud”, “cuidar nuestro cuerpo”, “cuando falta tu pareja”, “la depresión, no, gracias”, “relaciones sexuales, “mantén la mente en forma”, y el último, el que más me ha llamado la atención “POR VAFOR, TRÁTEME BIEN”. 
“Vamos a ser conocidos siempre por las huellas que dejamos”, proverbio Dakota.
Samuel N.P.
 

sábado, 28 de marzo de 2020

El coronavirus y las personas más vulnerables



El mundo ya no gira igual, o mejor, gira al revés. Escritores y directores de cine, del género de ciencia ficción, seguro que nunca se hubiesen imaginado que pudiese ser real lo que la vida misma nos depara en estos días. Ray Bradbury considerado el poeta de la ciencia ficción y uno de los maestros del género en la segunda mitad del siglo XX nos dejaba obras tan impresionantes como “Farenheit 451” y “Crónicas marcianas”. Isaac Asimov sus obras situadas entre 1938 y 1959, destacan “Yo, robot” y “El hombre bicentenario”, ambas llevadas al cine. Y por nombrar otro, H.G. Wells, autor británico del siglo XIX e inicios del XX, su novelas son altamente conocidas, “La máquina del tiempo”, “El hombre invisible” y “La guerra de los mundos”. No es menos el trabajo en el cine, hablamos de Spielberg con sus películas como “ET, el extraterrestre” o “Encuentros en la tercera fase”, también el increíble Ridley Scott, con su gran película “Alien, el octavo pasajero”.

Pero quiero destacar como referencia “La peste”, la novela del escritor francés Albert Camus, publicada en 1947, cuenta la historia de unos médicos que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria en la ciudad argelina de Orán, mientras es azotada por una plaga. Allí fue la peste, hoy le llaman coronavirus, pero con unos efectos similares en la población más vulnerable.

Cada momento de la historia, cada situación de crisis a nivel de enfermedades, guerras, catástrofes naturales, …, siempre la diana de los efectos y las consecuencias se apuntan hacia la misma dirección, el centro o el epicentro, ese siempre está en las personas más vulnerables y en las comunidades más pobres.

Nos centramos en España y la situación de pandemia actual nos lleva a que ha pillado a miles de personas en la calle, sin hogar, que si no lo tenían antes, menos ahora que se priorizan otros colectivos. Las personas mayores, vulnerables siempre, son ellas las que presentan un alto grado de dependencia, las que están solas, o las que sus últimos días de vida lo dejaban sentir en una residencia o geriátrico, al menos tendrían sus cuidados básicos. Los menores, niños y niñas, que ven diezmada de forma muy significativa sus vidas, encerrados en espacios pequeños, con familias que dependen de trabajos ocasionales o de prestaciones sociales, también las que pierden el empleo en estos días, la mayor  parte sin posibilidades de tener ahorros y de grandes deudas. Personas con otras capacidades que necesitan un apoyo especial y que sus recursos son mermados perdiendo calidad en sus vidas. Las mujeres en riego de violencia de género, confinadas en un hogar sin posibilidades de poder salir corriendo ante el maltratador que puede estar dormido y que en un momento el sueño no sea tan profundo.

Para las personas más vulnerables el quedar en casa lleva sus riesgos, llevando a situaciones de cambios en su estado de salud, físico y psicológico, y hay que tener en cuanta esa nueva situación, aunque no se pueda observar ni se demande.

Por eso es importante seguir unidos, trabajar en equipo, cooperar, fomentar la solidaridad, la misma que crece en horizontal, que surge espontanea entre las personas, la que no se dicta desde arriba.

Dice la filósofa y catedrática de Ética, Adela Cortina, que la sociedad va a cambiar radicalmente con esta crisis, que habrá “un antes” y “un después”, pero para salir adelante se va a necesitar “toda la capacidad moral” y “todo el capital ético” de cada uno, o es así, o muchas personas se quedarán en el camino.

La clase política también tendrá que tomar nota y darse cuenta que la mejor “política” es la que tiene como objetivo el bien común.
 
Samuel N.P.

 

jueves, 26 de marzo de 2020

La Diputación de León habilita un servicio para que los usuarios de los Bibliobuses puedan seguir recibiendo libros, revistas y películas por correo



Las bibliotecas móviles se adaptan a las especiales circunstancias de alerta sanitaria para seguir trabajando por el medio rural de la provincia de León
El Servicio de Bibliobuses de la Diputación de León, enmarcado en el Centro Provincial Coordinador de Bibliotecas dependiente del Instituto Leonés de Cultura (ILC), echaba el freno de mano a sus seis vehículos hace ya casi dos semanas dentro de las medidas para la contención del COVID-19 que ponía en marcha la institución provincial. Sin embargo, su visita periódica a los pueblos de la provincia se hace estos días más necesaria que nunca, por lo que desde el área que encabeza el diputado Pablo López Presa han ideado una fórmula para hacer llegar sus servicios a los usuarios de los Bibliobuses de León sin poner en riesgo la salud pública.
De este modo, respetando escrupulosamente las recomendaciones de la autoridades sanitarias y con ánimo de contribuir a llevar de la mejor manera posible el gesto de responsabilidad solicitado a todos los ciudadanos de permanecer en sus hogares como la mejor contribución colectiva frente al coronavirus, este servicio se adapta a las especiales circunstancias y pone a disposición de sus socios el envío gratuito de libros, revistas y películas.
Los préstamos se realizarán por correo a demanda de los usuarios, que recibirán en sus domicilios, de forma gratuita, un lote de dos libros, una revista y una película. Lo único que deben de hacer es contactar con el Servicio a través de las distintas vías puestas a su disposición para ello (teléfono, página de Facebook, aplicación móvil y correo electrónico) y dar su número de carné. Los envíos se devolverán de forma presencial una vez que se reanuden las visitas de las bibliotecas móviles de la Diputación a los pueblos, que sirven a una población de 127.047 personas de 402 localidades de la provincia.
Los interesados pueden consultar el catálogo de estas bibliotecas en la web del Instituto Leonés de Cultura (http://www.institutoleonesdecultura.es/CoordinacionDeBibliotecas/ServicioDeBibliobus/catalogo.html) y de la aplicación móvil Bibliobuses de León (versiones para Android e IOS).
Para contactar con el servicio pueden llamar, en horario de 9 a 14 horas de lunes a viernes, al teléfono 987 234 612, o hacerlo a través de la página web de Facebook, de la citada app o en el correo electrónico bibliobus@dipuleon.es.
Esta iniciativa permite el acceso a la cultura de todos sus usuarios, residan donde residan, pues aquellas zonas del medio rural donde internet aún no ha llegado o aquellas personas que no disponen de conexión en sus hogares se encuentran al margen de las múltiples iniciativas culturales que se están desarrollando en la red. Este servicio está ideado, por tanto, para facilitar entretenimiento a todos los rincones de la provincia a través del correo ordinario que, no obstante, estos días podría ampliar sus habituales plazos de entrega por las circunstancias especiales.
Información: wed Diputación de León

El Coronavirus y los gitanos


Hace unos días, cuando los periódicos empezaron a informar con más detalle de la existencia de un virus maléfico que se había presentado en España, desde nuestra asociación gitana de San Sebastian me enviaron un WhatsApp con la reproducción completa de la página del diario donde se daba la información. Pero ese envío venía precedido por este mensaje: “Sólo con leer el titular ya sabía que iba a aparecer la palabra gitano”. Y efectivamente, no se equivocaba mi informante.
      Como es natural he intentado recopilar todo lo que los medios han dicho y escrito sobre la terrible pandemia que amenaza a Europa y a la relación que los gitanos hayamos podido tener en la propagación del virus. Y, créanme, es desesperante. Salvo un par de periódicos que han dado la noticia a cuenta de algún incidente en la que algún gitano se ha visto involucrado, y no han dicho en ningún momento que se trataba de “un gitano”, en todos los demás se ha hecho mención, y siempre en contexto peyorativo, a que los causantes del incumplimiento de la norma eran los gitanos.
      Quiero suponer que mis amables lectores entenderán que no es este el momento en que yo me ponga a desgranar el rosario de leyes, pragmáticas y persecuciones que hemos sufrido los gitanos desde los funestos años en que la Inquisición condenaba a terribles castigos a las gitanas porque tenían relaciones con el Diablo y adivinaban el porvenir de los gachés (payos) leyéndoles la palma de la mano. Ellas no hacían daño a nadie y por echarles la buenaventura a cambio de unos maravedíes, pequeñas monedas de cobre del siglo XVI― o unas “perras gordas” de finales del siglo XIX que equivalían a diez céntimos de peseta y que yo llegué a conocer y usar durante mi infancia, se iban contentos a sus casas convencidos de la gran suerte que les esperaba o del rendimiento de amor que, por fin, iban a encontrar en la persona de sus sueños. 
Tenemos poderes sobrenaturales
      Hasta ahí puedo entender que la ciudadanía supersticiosa de aquellos siglos nos mirara con un cierto temor convencida de los poderes sobrenaturales que poseíamos y que ese temor hiciera que sobre nuestros hombros cargaran todas las culpas de las desgracias personales o colectivas sobrevenidas. Yo lo he vivido personalmente siendo un niño junto a mi abuela María, una gitana más bien pequeñita, canastera, nacida en el Puerto de Santa María, que de joven podría haber salido de uno de los cuadros de Murillo, el gran pintor sevillano del que Laura Galdeano ha dicho que mezclaba los pigmentos con agua del Guadalquivir dando como resultado unos claroscuros genuinos, unos tonos marrones parduzcos característicos del artista de la luz y el color. Así era mi abuela. Y la gente venía a nuestra casa y ella les atendía tratando de complacerlas en sus demandas.
     Pero atención, cuando el pueblo, desde su ignorancia o su superstición, nos atribuye poderes sobrenaturales también corremos un grave peligro. Eso les ocurrió a las gitanas que leían la palma de la mano a los caballeros que en el siglo XV se acercaban a la catedral de Notre Dame en París. El arzobispo decretó la expulsión de las gitanas por ser las causantes de graves desencuentros matrimoniales al advertir a aquellos crédulos señores de posibles devaneos de sus esposas.  
Hay que echar la culpa al otro
      Esto es casi tan antiguo como la humanidad. En la antigua Grecia se celebraba una vez al año el “Pharmakos” que consistía en hacer a alguien culpable de todas las desgracias ocurridas. Para ello se escogían a ciudadanos a los que se les culpaba de todos los males, aunque no tuvieran nada que ver con lo acontecido.
      Hace ahora exactamente un año, en marzo de 2019, los gitanos residentes en el departamento de Seine-Saint-Denis, al noreste de la capital francesa, sufrieron durísimos ataques porque se corrió el rumor de que unos gitanos viajaban por la zona en una camioneta secuestrando a las niñas para matarlas y vender sus órganos o para dedicarlas a la prostitución.
      Todo falso. La Prefectura de Policía de París insistió en decir que “los rumores de robo de niños mediante una camioneta son totalmente infundados” y en similares términos se manifestaron la prefectura de Seine-Saint-Denis y varios alcaldes de la zona, que desmintieron tajantemente los falsos rumores. Hasta el portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaux, se unió a las condenas de esas “derivas inaceptables contra la comunidad gitana” y consideró la situación como una “demostración de la necesidad absoluta de combatir las noticias falsas”.
¡Qué peligroso puede ser el mal uso de internet!
     Ha ocurrido en el Hospital Universitario Araba que forma parte de la OSI Araba, que a su vez pertenece a Osakidetza-Servicio Vasco de Salud. Una miserable racista, haciéndose pasar por trabajadora del centro hospitalario, ha grabado un mensaje culpando a los gitanos de actos criminales para contaminar a todos los residentes en el Hospital. Estamos hablando de un centro hospitalario de referencia en el Territorio Histórico de Álava y que es uno de los principales centros sanitarios de Euskadi. Dispone de alrededor de 750 camas, lo que supone cerca de 200.000 estancias anuales y en torno a 37.000 intervenciones quirúrgicas.
     En el audio, ampliamente difundido en las redes sociales, se dice que un grupo de personas gitanas se ha dedicado a escupir en todas las salas para contagiar a todo el mundo con el coronavirus y que también lo hicieron en la UCI que estaba abarrotada de personas entubadas. Estas personas, dice la malnacida racista, habían estado antes en un funeral donde contagiaron a 60 personas. 
La reacción del Hospital
      Ha sido contundente al manifestar que: El mensaje trasladado en este audio está manipulado y lleno de falsedades, y supone un acto vergonzoso por parte de la persona que lo ha difundido. La Dirección de la OSI Araba y sus profesionales están en total desacuerdo con este tipo de acciones que únicamente generan miedo, odio, desconfianza y estigmatización y desaprueba totalmente la actitud de esta ‘presunta profesional’
La Asociación de Vecinos Madre de Dios de La Rioja ha salido en nuestra defensa reconociendo que En estos momentos tan proclives a la histeria colectiva, la comunidad gitana es una candidata perfecta para canalizar los miedos hacia ‘los otros’, ‘los diferentes’. Por eso apela al raciocinio: “Antes de difundir una información no contrastada, evita difundir cualquier mensaje que se refiera a colectivos enteros que siempre están cargados de los prejuicios que han arraigado nuestra cultura y contra los que es necesario rebelarse porque la comunidad gitana es extraordinariamente diversa, como lo somos todas».
 

Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya
Abogado y periodista

 


 

viernes, 20 de marzo de 2020

La residencia Santa Luisa de León organiza a sus residentes ‘videoencuentros’ con sus familiares para paliar el aislamiento



Este centro dependiente de la Diputación de León suspendía las visitas a familiares la pasada semana para evitar contagios por coronavirus y pretende con la medida reducir la intranquilidad dentro y fuera
La Residencia de Mayores de Santa Luisa, dependiente de la Diputación Provincial de León, ha puesto en marcha en el centro un programa de ‚videoencuentros’ entre los residentes y sus familiares para paliar la inquietud derivada de las medidas que se adoptaban ya la pasada semana de suspender las visitas para prevenir la expansión del COVID-19, posteriormente impuestas al decretarse el domingo el estado de alarma por la pandemia.
Esta residencia, adscrita al área de Derechos Sociales que dirige la diputada Carolina López Arias, atiende a 90 usuarios con una edad media de 90 años y, en su mayoría, más del 70%, con diversos grados de dependencia. La pasada semana la institución provincial resolvía extremar las medidas de prevención para evitar posibles contagios de coronavirus y se acordó, entre otras precauciones, suspender las visitas de familiares a los residentes. Tal decisión, si bien ha sido comprendida por los afectados, generaba cierto ‚vacío’ a los residentes que periódicamente recibían las visitas de sus allegados, además de la intranquilidad propia en el seno de las familias.
Por ello, con ánimo de apaciguar estas carencias derivadas de un ejercicio de responsabilidad ante la situación sanitaria actual, desde la residencia se han propuesto ‚derribar las puertas’ a través de ‚videoencuentros’ entre los usuarios y sus familias, una iniciativa que comenzaba a ponerse en práctica este miércoles con una gran acogida tanto dentro como fuera del centro.
Tal y como explica la directora de la Residencia de Mayores Santa Luisa, Mercedes Vega Ampudia, “aunque todas las mañanas desde el centro nos ponemos en contacto con los familiares para informarles de cómo se encuentran los usuarios y de que pueden hablar con ellos por teléfono, nos parecía que proporcionarles un sistema para que pudieran verse serviría para tranquilizarles, por lo que con la colaboración del Servicio TIC de la Diputación de León y asistidos por una tablet, este miércoles por la tarde realizábamos las primeras videollamadas entre residentes y familiares”.
De este modo, tras proponer a las familias esta posibilidad, se va estableciendo un programa de horarios de ‚videoencuentros’. Desde la residencia señalan que siempre han apostado por un régimen de apertura y colaboración con las familias y que, dada la coyuntura actual, esta medida podría resultar muy tranquilizadora.
La suspensión de las visitas era una de las medidas adoptadas ante la situación de alarma sanitaria ocasionada por el coronavirus, a la que se suma el extremar las precauciones habituales que se siguen en este centro para evitar cualquier tipo de contagio o complicación en la salud de sus residentes.
Información: web Diputación de León

lunes, 16 de marzo de 2020

‘Cholitas’: una historia de superación y empoderamiento



Dora, Lydia, Cecilia, Elena y Liita son cinco mujeres indígenas aymaras que protagonizan una expedición única: escalar la montaña más alta de América. Vestidas con su falda tradicional, ascienden al Aconcagua en la región más inhóspita de Bolivia, una travesía que les llevará a realizar un viaje interior, escudriñando en sus fortalezas, determinación y a encontrar en la montaña un lugar donde sentirse libres, felices y vivas. 
El documental ‘Cholitas’, dirigido por Jaime Murciego y Pablo Iraburu de la mano de Arena Producciones, y que hemos apoyado desde Entreculturas junto con Alboan y Oxfam Intermón, es una historia de liberación y empoderamiento de la mujer, en un país donde la brecha de igualdad de género es muy grande.   
Cansadas de “bajar la cabeza” y de que les digan que su lugar está en la casa, estas cinco mujeres quisieron demostrarse a sí mismas y al mundo que no solo pueden alcanzar una cima que sólo estaba contemplada para los hombres, quieren demostrar que pueden romper estereotipos, relacionarse con la naturaleza a través de la montaña y reivindicar el respeto a las diferentes culturas poniendo en valor su propia identidad indígena.
A nosotras se nos discrimina por ser Aymaras, mujeres indígenas y yo decía por qué… Siempre tenía esa curiosidad de subir a la cumbre, de ‘hacer cima’ ¿Por qué no lo podemos hacer nosotras las mujeres, por qué no podemos escalar?”, contaba  Lidia Huayllas a las cámaras que documentaron su viaje junto a las otras cuatro escaladoras, afirmando al final de su recorrido que “Poder hacerlo es un sueño hecho realidad, poder enfrentar el Aconcagua, la más alta de América. Hoy me siento libre de poder hacer lo que yo quiero”.
Dora, Lydia, Cecilia, Elena y Liita son cinco mujeres indígenas aymaras que protagonizan una expedición única: escalar la montaña más alta de América. Vestidas con su falda tradicional, ascienden al Aconcagua en la región más inhóspita de Bolivia, una travesía que les llevará a realizar un viaje interior, escudriñando en sus fortalezas, determinación y a encontrar en la montaña un lugar donde sentirse libres, felices y vivas. 
El documental ‘Cholitas’, dirigido por Jaime Murciego y Pablo Iraburu de la mano de Arena Producciones, y que hemos apoyado desde Entreculturas junto con Alboan y Oxfam Intermón, es una historia de liberación y empoderamiento de la mujer, en un país donde la brecha de igualdad de género es muy grande.   
Cansadas de “bajar la cabeza” y de que les digan que su lugar está en la casa, estas cinco mujeres quisieron demostrarse a sí mismas y al mundo que no solo pueden alcanzar una cima que sólo estaba contemplada para los hombres, quieren demostrar que pueden romper estereotipos, relacionarse con la naturaleza a través de la montaña y reivindicar el respeto a las diferentes culturas poniendo en valor su propia identidad indígena.
A nosotras se nos discrimina por ser Aymaras, mujeres indígenas y yo decía por qué… Siempre tenía esa curiosidad de subir a la cumbre, de ‘hacer cima’ ¿Por qué no lo podemos hacer nosotras las mujeres, por qué no podemos escalar?”, contaba  Lidia Huayllas a las cámaras que documentaron su viaje junto a las otras cuatro escaladoras, afirmando al final de su recorrido que “Poder hacerlo es un sueño hecho realidad, poder enfrentar el Aconcagua, la más alta de América. Hoy me siento libre de poder hacer lo que yo quiero”.
 
Información: web EntreCulturas, 19 de diciembre de 2019

miércoles, 4 de marzo de 2020

Jóvenes de institutos de la provincia protagonizan el acto del Día Internacional de la Mujer de la Diputación de León



Desde el área de Derechos Sociales se ha organizado una jornada de debate y un acto institucional en el que leerá un manifiesto y se expondrán las conclusiones alcanzadas por las alumnas y alumnos
La Diputación de León celebrará el próximo lunes 9 de marzo un acto con alumnas y alumnos de los institutos de la provincia para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Desde el programa de Mujer del servicio de Derechos Sociales y Territorio Sostenible de la institución provincial que dirige la diputada Carolina López Arias, han programado una actividad que pretende implicar a los más jóvenes en la lucha por la igualdad al entender que son elemento clave y motor de cambio para alcanzar una sociedad igualitaria.
De este modo, un total de 30 alumnas y alumnos de una quincena de institutos de enseñanza Secundaria de municipios de menos de 20.000 habitantes se desplazarán hasta el Palacio de los Guzmanes, sede de la Diputación provincial de León, donde serán recibidos por la diputada del área. Se ha querido celebrar este acto en la sede de la administración provincial para transmitir a estos jóvenes y al personal docente que les acompañarán, el apoyo institucional de la Diputación en esta lucha.
Tras una visita guiada por el emblemático edificio, los chavales se distribuirán en grupos de trabajo para analizar y reflexionar sobre algunas cuestiones clave en la consecución de una sociedad más igualitaria, analizando dificultades de las mujeres en determinadas esferas de la vida: educación y capacitación, violencia de género, toma de decisiones, participación y acceso al poder, promoción laboral, corresponsabilidad familiar o la imagen de la mujer en los medios de comunicación.
Desde el área de Derechos Sociales de la institución provincial se pretende implicar a la comunidad educativa en la implantación de un modelo basado en la educación en igualdad libre, por lo que se demandará de los estudiantes unas conclusiones que se leerán en el acto institucional que tendrá lugar posteriormente en el Salón de Plenos, en el que también se procederá a dar lectura al manifiesto con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Será la diputada de Derechos Sociales la encargada de clausurar esta jornada que deposita la confianza en las generaciones jóvenes para hacer frente a los nuevos retos y evitar el retroceso de todos los avances conseguidos.
Información: web Diputación de León