jueves, 31 de marzo de 2011

Asamblea en la carpintería

Hace unos días un compañero de trabajo me envió por correo electrónico una presentación en PowerPoint con el título “asamblea en la carpintería”. A simple vista este título parecía no decir nada, yo que tengo la sana costumbre de ver todas las presentaciones que llenan todos los días el correo electrónico, me encuentro lo interesante que tiene ésta.
Así comienza la historia:

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

Pero llegó el carpintero, y de una tosca madera, utilizando las herramientas realizó un gran trabajo.

Cuando el carpintero se marchó, las herramientas volvieron a la asamblea. "Señores y señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron queel metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir y hacer cosas de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Apliquemos esta presentación al trabajo que desarrollamos cuando intervenimos con personas, de la edad que sea. Buscar las potencialidades, las virtudes, las cualidades, etc, y trabajar sobre ellas, no sólo a nivel individual, también grupal y en la propia comunidad. Percibir los puntos fuertes de los demás, dejar de lado sus defectos, es la manera de lograr el éxito. Y lo mismo que en la carpintería todas las herramientas son necesarias para conseguir el objetivo final, en un grupo nadie sobra, todos y todas son necesarios para lograr la meta a conseguir estipulada desde el inicio.

Samuel N.P., sobre la presentación “asamblea en la carpintería”

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