sábado, 14 de febrero de 2009

Las políticas sociales a favor de las personas dependientes: un nuevo espacio de intervención preventiva desde los CEAS


La intervención con las personas dependientes no puede ni debe ser sólo sanitaria y asistencial. Las dependencias no tiene su origen en una sola causa, es multicausal, por lo que cualquier intervención ha de ser multidisciplinar. Es el momento del trabajo en equipo de profesionales de diversas disciplinas (médicos, ats, animadores/as comunitarios, educadores/as sociales, trabajadores/as sociales, psicólogos/as, etc.).

La Comunidad Europea desde el Comité de Ministros en una de sus Recomendaciones, insta a los Estados miembros a aplicar políticas sociales adecuadas sobre la dependencia y señala tres elementos básicos:
- Prevenir o reducir la dependencia, impidiendo su agravamiento y atenuando sus consecuencias.
- Ayudas a las personas dependientes a llevar una vida según sus propias necesidades y deseos.
- Proporcionar una protección suplementaria a las personas dependientes.
Todos estos principios van en la línea de favorecer siempre la autonomía de la persona y, en el caso en que esta no sea posible, ofrecer los recursos o ayudas necesarias para garantizar la atención a dichas personas.

El borrador de la nueva Ley de S. Sociales de Castilla y León habla de prevención, aunque no concreta y no define lo que sería una intervención preventiva con las personas dependientes y las independientes.

En los CEAS, los animadores/as comunitarios, mejor hablar de educadores comunitarios, en un futuro serán educadores/as sociales, profesionales que tiene una gran tarea que desarrollar dentro de las competencias de los servicios sociales de base. Estos profesionales desarrollan una intervención socioeducativa cuyo fin es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, favoreciendo la inclusión y promoción social y previniendo los factores generadores de desigualdad y situaciones de riesgo de exclusión social, a través de “una toma de conciencia de los propios ciudadanos sobre sus problemas y la necesidad de resolverlos, desarrollando actitudes solidarias y de responsabilidad, fomentando la participación en la búsqueda de soluciones, en la movilización de recursos y en la gestión de servicios o actividades”.

Estos profesionales que intervienen con otras personas y grupos, que en un momento de su vida, presentan una situación de dificultad, su labor, para fomentar la autonomía de estas personas (colectivo de mayores, de discapacitados, etc), es decisiva. En las personas independientes se interviene para prevenir la dependencia, en las personas dependientes la intervención se dirige a frenar la dependencia. No debemos olvidar que existen diversos grados de dependencia y que puede tratarse de un proceso transitorio o progresivo. La intervención se centrará en potenciar la autoestima de la personas fomentando la autonomía personal, las relaciones interpersonales e impedir un avanzado deterioro.

Pero en este tipo de intervención es de gran importancia la familia, con la que se desarrollará diversas funciones: informativa, de asesoramiento, orientación, de apoyo, etc. Prioridad de la intervención de estos profesionales también está en el entorno social en que se desenvuelven las personas dependientes: sus familiares, sus vecinos, las asociaciones, su barrio, su pueblo, etc

La intervención de estos profesionales desde los CEAS está sobradamente justificada, si se pretende desarrollar y reforzar cualquier intervención que no sea sólo asistencial.

Una reflexión de Samuel Núñez Pestaña

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