sábado, 4 de julio de 2009

Castigados por ser 'raros'

El 57% de los adolescentes homosexuales sufren violencia escolar - El acoso puede producirles problemas de aislamiento y repercutir en su vida adulta.
Adrián sabe que es el raro de su instituto. Odia el fútbol y se mueve en un grupo de chicas. Desde los 11 años ha aguantado que le llamen "mariquita". Se ha curtido. "Una vez un chico me dio un balonazo en un ojo y empezó a pegarme y a insultarme", cuenta. Tras un tiempo "encerrado" en sí mismo, aceptó que era gay. Tenía 14 años. A los 15 presentó a su madre a su primer noviete. Ahora Adrián tiene 17 y no le importa nada de lo que puedan decirle. "Si me llaman marica contesto: 'sí, ¿y qué?'. Para mí ya no es un insulto". Y ha sacado su propia conclusión: "Los de mi instituto son unos inmaduros".
"Si me llaman marica contesto: sí, ¿y qué?", cuenta un joven de 17 años
La historia de Adrián se repite entre los chicos y chicas homosexuales. Un 57% de ellos sufre violencia escolar, según un estudio de la FELGTB (Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). No todos saben salir solos del problema. Se alejan de los amigos, se aislan, empeoran sus resultados escolares.
"La mayoría vive un auténtico secuestro emocional", explica José Joaquín Álvarez, pionero en crear una tutoría de orientación sexual en un instituto, el Duque de Rivas de Madrid. "Todavía hoy se siguen produciendo suicidios en adolescentes homosexuales porque el entorno no es comprensivo", señala. "Tenemos leyes muy progresistas y avanzadas pero no se ha trasladado del mismo modo a los centros educativos", opina.
La FELGTB ha declarado este año el de la Diversidad afectivo-sexual en la Educación, y el lema del Orgullo Gay, que hoy se celebra con un desfile en Madrid, es Escuela sin armarios. "En el colegio es donde más se puede estigmatizar una identidad sexual", explica Miguel Ángel González, presidente del colectivo gay de Madrid Cogam. "Si los niños que salen del armario tienen problemas, eso va a repercutir en toda su vida posterior", añade.
Y ser el bicho raro del instituto no es nada comparado con ser el bicho raro del pueblo. Según el informe, el porcentaje de jóvenes que sufre violencia escolar aumenta hasta el 65% en poblaciones pequeñas. Lo sabe bien Pablo López, de la Fundación Triángulo, que lleva sus charlas sobre homofobia por institutos de toda España. "Los jóvenes del ámbito rural no tienen ningún referente homosexual. Así que aunque no hablaras nada, sólo con que te vean ya es algo", relata. Ha presenciado burlas contra los raros incluso durante sus talleres, y lamenta que muchos colegios sólo se interesan por el tema cuando hay algún conflicto. "Es lo que yo llamo presunción de heterosexualidad. Parece que todo el mundo es hetero hasta que se demuestre lo contrario".
Hace poco fue a dar una charla a La Palma. Al terminar, se le acercó un homosexual de 25 años y le dijo que, hasta entonces, no había conocido a ningún otro gay y que estaba deseando irse a otro sitio. "Decía que era muy raro y que por eso no tenía amigos. Seguramente era raro porque los demás lo habían tratado así", zanja el orientador.

Artículo: Anaís Berdié/ Cristina Castro, El País, 4 de julio de 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Escuela sin armarios ¡YA!" muy buen lema. ¿porqué rechazamos lo diferente? yo creo q a veces nos creemos el ombligo del mundo y lo q sea distinto a nosotr@s, lo rechazamos.