
- ¿Me han dicho que la Educación Social es una profesión dónde se prioriza el contacto con las personas?
- La Educación Social es una profesión de cercanía, no es posible educar a distancia. La relación con las personas, con los grupos y con las comunidades, establece una implicación del Educador y de la Educadora Social para que juntos puedan transformar la realidad social.
- En la profesión de Educación Social, ¿es muy importante la persona?
- Como en todas las profesiones, hay aspectos personales que pueden limitar y otros potenciar el desarrollo de la misma. Es verdad que los Educadores y Educadoras, son personas implicadas, que expresan su solidaridad con los diferentes sectores y que se integran perfectamente en el tejido social de su barrio o de su pueblo. No todo el mundo vale para ser Educador y Educadora Social, eso mismo podemos decir de la profesión de medicina, si no puedes ver la sangre, seguro que no te decides por esta rama profesional.
- Si tan importante es la persona, ¿qué aptitudes deberá tener un Educador y una Educadora Social?
- Podríamos hablar de un montón de ellas, pero podemos destacar: capacidad de análisis y objetividad, seguridad en si mismo, sentir empatía, crear confianza, saber escuchar, observar, paciencia, suprimir la distancia y aceptar la proximidad, discreción, creatividad, capacidad de adaptación, disponibilidad para el trabajo en equipo, …
- ¿Hay algo de soñador y soñadora en la profesión de Educación Social?
- Yo creo que es verdad. Dicen que todos los grandes inventos de este mundo, estuvieron en la cabeza de algunas personas que primero los soñó y luego los hizo realidad. Los Educadores y las Educadoras Sociales, son personas utópicas, que sustentan sus avances en sueños, consiguiendo cambios en las realidades a través de colocar pilares que apoyan dichos sueños.
Mafalda vuelve a tomar aire, se esta aclarando, insiste que será Educadora Social, pero aún tiene dudas.
Al “oráculo”, se le enciende la luz roja comunicando que se ha terminado el tiempo.